La Caja de Seguro Social, aún no ha terminado de implementar a satisfacción de sus pacientes, que es su razón de ser como institución, el contrato que mantiene con la empresa IBT Group Medical, por los servicios integrales de salud solicitados en el pliego de cargos, para brindar los tratamientos de hemodiálisis( intra y extra hospitalarios), que se realizaban institucionalmente( intra hospitalarios) a sus asegurados y ahora pretenden con la misma estrategia engañosa Externalizadora, privatizar los servicios de Diálisis Peritoneal( manual y automatizada), aumentando los costos de los tratamientos y reduciendo la Calidad de los Servicios de Salud a sus PACIENTES.
Recordemos que ese pliego de cargo era por más de 126 millones de balboas. Dinero que es de todos los asegurados.
Al igual que para lograr la aprobación en Junta Directiva de la Extrenalización de los servicios de hemodiálisis, las autoridades administrativas de la CSS, utilizan a sus PACIENTES renales, como excusa excelente para materializar este gran negocio privatizador de los servicios de salud renal y que beneficia oscuros intereses que esperamos el nuevo gobierno desenmascare.
Pretender que con el dolor y necesidades de salud renal en sus asegurados, prometiéndoles mejorarles la Calidad de Vida, podrán lograr que los asegurados acepten un nuevo negocio comercial por medio de su padecimiento y sufrimiento, bajo la esperanza de mejores días, en el manejo de su enfermedad crónica, y lograr así su negocio, es la inhumanidad más grande que pueden cometer y no podemos permitirlo como sociedad.
Las autoridades gubernamentales, no desean enfrentar con justicia social humana la problemática de salud, sólo ven oportunidades de enriquecerse y permiten que avance como un rio desbocado arrastrando a cientos de panameños hacia un mundo desconocido, donde será muy difícil salir en su recorrido, más cuando han alcanzado convertir los tratamientos renales en un piñata o botín con un valor importante para los mercaderes de la salud renal en PANAMA.
En estos 14 años de enfrentar los tratamientos renales, he comprobado que en la CSS, por lo menos, existe buena voluntad de la mayoría de sus funcionarios de salud y administrativos, con un profundo sentido humano en mejorar la calidad de vida de sus pacientes, sin embargo por razones muy conocidas por todos los panameños/as, una minoría de funcionarios de salud y administrativos, han sido atrapados por la avaricia y en componenda con inversionistas y comerciantes locales e internacionales, han decido hacer negocios con el dolor y necesidad de sus PACIENTES, sin la menor pizca de vergüenza o ética que debe tener todo profesional en sus labores públicas sanitarias.
Los tres tratamientos renales, que se brindan en la institución de salud pública son: trasplantes, hemodiálisis y diálisis peritoneal, están en problemas en su dirección clínica y administrativas actuales. El DINERO mal adquirido, causa principal de este mal, ha afectado la real necesidad oportuna del desarrollo justo y real terapeútico, investigativo, de infraestructura, de prevención, de equipamiento de equipos médicos quirúrgico, de medicamentos e insumos, capacitación de personal y de justicia laboral para sus funcionarios de salud renal y otros.
¿Se requiere, lo anterior, para alcanzar ofrecer una real posibilidad de mejores días a los panameños afectados de esta patología renal?
Tenemos mucha ESPERANZA en las nuevas designaciones que haga el Sr. Presidente Varela en la Institución social de salud, ya que la afectación que tiene la institución y los asegurados, en la implementación del contrato de hemodiálisis en mucho más grave de lo que la comunidad se imagina. Solo se sabrá una vez se cumpla el AUDITO solicitado a la CONTRALORIA DE LA REPUBLICA, que nadie conoce su resultados desde hace tres años, que se supone fue realizado y que incluso, como tenemos una Contraloría inoperante, debe ser un audito externo.
El tratamiento de diálisis peritoneal a diferencia de los otros dos tratamientos existentes ( trasplantes y hemodiálisis), se realiza luego de una capacitación de la mano de una enfermera idónea en el tema peritoneal, directamente al mismo paciente, con apoyo de un familiar, en su residencia, que debe tener capacidad eléctrica instalada, una habitación totalmente aséptica para uso individual permanentemente y con un paciente con un mínimo de educación indispensable, para evitar errores en su tratamiento, pues no es asistido por ningún funcionario de salud y depende de su total claridad al momento de su ejecución para evitar su propia afectación, que difícilmente podrá ser asistido en un cuarto de urgencia de alguno de nuestros pueblos en el interior del país.
Todo lo anterior son algunas de las causas por las cuales los PACIENTES nos oponemos a esta extrenalización, conocemos este tratamiento, porque lo hemos vivido, no lo hemos leído en ningún libro, ni visto en televisión. Conocemos de las debilidades sociales económicas de la mayoría de los pacientes que tienen esta enfermedad y que no cuentan con la capacidad para hacerle frente al tratamiento, de no ser por un SUBSIDIO integral que le brinde el estado a estos pacientes, para lo cual no existe ninguna ley que garantice estos apoyos económicos determinante para el éxito de este tratamiento renal.
PANAMEÑOS, se hace oportuno evitar este NEGOCIO, que se pretende realizar con un programa de tratamiento renal, que no tiene resuelto las más elementales necesidades para los pacientes actuales, como son: los funcionarios de salud indispensables para el desarrollo de este programa en la forma que se pretende contratar y se crea un nuevo MONOPOLIO comercial con esta enfermedad renal.
por: Ocalagan.
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otro asalto mas a las arcas de la caja de seguro social y ahora en la Junta Directiva hay representantes obreros que no fueron propuestos por el movimiento sindical, sino por decisión de Martinelli. esos usurpadores deben ser lanzados del templo.