“Satanización del salario mínimo”

Los empresarios siempre han buscado la formar de controlar la mano de obra a través de los salarios incluso imponerlos para provecho propio, en el año de 1959 en la ciudad de Colón, se registró una huelga denominada “la marcha del hambre y la desesperación” derivado por la grave situación  económica que enfrentan los trabajadores con los empleadores, dado que los mismos no respetaban los acuerdos salariales y pagaban una suma irrisoria al pactado, a consecuencia de dicha situación un grupo de trabajadores formo y se organiza la Unión de Sindicatos de Trabajadores de Oficios Mixtos, para dar la lucha frente este acontecimiento en donde los empresarios se aprovechaban del desempleo, la crisis económica y el hambre que azolaba la ciudad y el resto del país.

Los trabajadores se aglutinan en esta organización para establecer un salario mínimo, la reducción del arrendamiento y un código agrario, con estas demandas fundamentales, se movilizaron amplias capas de la población de Colón y sus alrededores, llegando a interesar a agricultores pobres y pequeños que, de manera decisiva, apoyaron la marcha hacia la capital.

Dicha marcha llego a los previos de la Asamblea Nacional en donde los trabajadores presentaron sus demandas y de las cuales solo dos diputados se interesaron en dicha situación, el resto salió del recinto y abandonaron el lugar, cosa que repudiaron los manifestantes y se tomaron la Asamblea Nacional, eligiendo entre los presentes a los diputados que habían desalojado el recinto, siendo posteriormente reprimidos y arrestados por la Guardia Nacional.

Pero la lucha no fue en vano, los dirigentes sindicales fueron llamados por el presidente Ernesto de la Guardia para discutir las propuestas presentadas y de allí nace y se establece la ley del Salario Mínimo (Ley 51 del 30-11-1959) las escalas salariales de acuerdo con su actividad, posteriormente se debate y se aprueba la reducción de los alquileres y la redacción del Código Agrario.

Hoy el empresariado busca la forma de como querer eliminar esa lucha intensa que logro subrayar los salarios en base a actividades económicas y tratar de eliminar la explotación laboral la cual estaba marcado por el empresario en la reducción del salario y no en su equidad, para la mejora de la calidad de vida. Los tiempos no han pasado por alto estos sucesos y hoy en pleno siglo XXI todavía vivimos con los suplementos de la explotación y el esclavismo para la clase obrera por parte de los dueños de la producción, para obtener ganancias ostentosas a costa del valor de la venta de la fuerza de trabajo.

Los diversos tipos de salarios existentes y cada uno va a depender según su actividad y beneficio en el mercado laboral, son los siguientes:   A- Salario por unidad de obra: Es aquel que se recibe según la función de trabajo realizado. B- Salario por unidad de tiempo: Es aquel salario que se determina por el tiempo ejecutado durante el trabajo dígase un día, semana, mes o años. C- Salario Mixto: Es aquel que encuentra la vía intermedia entre salario por unidad de obra y tiempo. D- salario nominal: Es el más común de todos y es el que se establece por medio de un contrato laboral entre trabajador y empresa, del cual retribuye un cargo especifico. E- Salario en metálico: Es aquel que se percibe a través de moneda en curso o en efectivo, la cual este ya ha venido reduciéndose considerablemente en las últimas décadas por el auge de la tecnología y el servicio de banca en línea de las entidades bancarias. F- Salario en especie: Es aquel que se paga por medio de bienes diferentes a la moneda en curso; por ejemplo, en alimentos, ropa, artículos para el hogar, bonos etcétera.

Es indispensable de que los trabajadores estemos claro de la existencia del salario y su propósito por el cual la dirigencia sindical lucho y seguirá luchando para obtener una mejor calidad de vida y poder adquisitivo, no podemos estar repitiendo como papagayos los que otros manifiestan, ya que desvirtúan la realidad en beneficio de la clase dominante (empresarios) ya que su interés es, que los trabajadores estén sumergidos en la pobreza y bajo el yugo constante.

Siempre, en cada ajuste al salario mínimo se beneficia el 86% de la población económicamente activa, es decir todos los trabajadores sindicalizados o no,  con convenios colectivos o no; por ende, es preocupante para los empresarios que este beneficio no se siga otorgando, ya que reduce parte de la plusvalía (riquezas que se genera) que generamos los trabajadores; posterior al incremento salarial, el empresariado efectúa alzas indiscriminadas a los precios de los diferentes productos por la necesidad de seguir manteniendo su margen de ganancia y como los gobiernos son parte de esta estructura no hacen nada para frenar estas injustas alzas para el pueblo.

Ante ello, el movimiento sindical, popular y social no puede permitir que se siga satanizando el Salario Mínimo, ya que en el fondo de todo este propósito esta es seguir manipulando los salarios, mantener la explotación laboral y tener un contingente de trabajadores externos (migrantes) para reducir aún más los mismos e incrementar el desempleo, ya que es parte de su ejercito en el mercado.

La fuerza de los trabajadores esta en la base, es allí donde las organizaciones sindicales podrán ejercer poder e influencia contra las empresas, para lograr un mejor salario basado en los criterios y métodos de producción que ejercen dentro, al igual la gran productividad en el mercado y flujo de liquidez que se ejerza, sabemos que los trabajadores somos los reproductores de riquezas a nivel mundial, ya que ninguna empresa se podrá sostener sin nosotros y nosotros sin ellos, pero mayor importancia tenemos los que producimos, generamos y mantenemos la productividad a flote.

Por:  Fernando Rangel

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Paginas web que comunican e informan al trabajador. Marketing Sindical. www.monagrillo.net

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