Algunos Adalides Del Discurso Anticorrupción Evitan Hablar De Algunas De Sus Expresiones.
Por Ramiro Guerra M. Abogado y cientista político.
Agosto de 2022.
Acaso descontar a los trabajadores la cuota del Seguro Social y no transferirlo a la institución, estar en mora por cientos de millones, evadir el pago de impuestos por escandalosas sumas, prestarse a pagar ‘salpiques’ para conseguir contratos jugosos con el estado o no pagar el salario mínimo en muchos casos, ¿son o no expresiones de una perversa inmoralidad?
Especular salvajemente con los precios, criminal cuando se trata de bienes y servicios esenciales de la población, es o no un acto de maleantería. La Caja del Seguro Social no publica la lista de los empresarios morosos.
De estas expresiones de la corrupción no hablan los gremios empresariales. Nunca he visto por parte de estos gremios empresariales pronunciarse en torno a estas perversas veleidades.
De estos tampoco hablan ni escriben los plumíferos del status quo. Para ellos es más fácil, pegarle a los políticos, cierto no son unos santos, menos pruritos algunos de honradez.
De los llamados «círculos cero», de los que se sirven todos los gobiernos no dicen nada. Recién, salió a la luz pública, la noticia de una inversión millonaria en una isla, donde se le exoneraba del pago de impuesto. Por fortuna esa ley, entiendo fue derogada. (En lo personal, tengo dudas de que eso quedó escrito en hielo).
El historial es más documentado. Empresarios tienen como costumbre desafiar el estado de derecho y la constitución. Ejemplo, a diestra y siniestra, violan los convenios 87 y 98 de la OIT, que son leyes del país. Lo digo con conocimiento.
En el sector comercial, la palabra sindicato está proscripta. Ojo con los adláteres del discurso anticorrupción. Los hay que, si manejan ese discurso con objetividad y sinceridad, pero no son los más.
