LA ASPIRINA TORRIJISTA Y LAS ELECCIONES DEL 2019. Por Rubén D., Souza B.

Torrijos dijo que sus propuestas políticas expresaban un contenido como la aspirina contra el padecimiento histórico del pueblo panameño.
Esta visión de Torrijos siendo ya General y Jefe de Gobierno, fue el producto de toda una trayectoria recorrida, de un rumbo empírico que vivió y del cual llegó a sacar conclusiones que aplicó hasta su muerte. Esto es lo que se debe entender por torrijismo y que no pudo culminarlo en un pensamiento teórico como ideología y doctrinario de la liberación nacional, anti-imperialista; como contribución de un nuevo Estado democrático de todo el pueblo, anti-oligárquico y anti-colonialista y como una política institucionalizada en un programa socio-económico popular, contra la pobreza, el hambre, la ignorancia y contra la insalubridad
El liderazgo social de Torrijos no fue una casualidad. Fue el resultado histórico-social de una trayectoria que le tocó vivir.
Torrijos en su juventud de estudiante normalista magisterial fue miembro del Partido del Pueblo en la provincia de Veraguas, participando en la lucha campesina contra los terratenientes, en los problemas de democratización de la enseñanza y en la lucha anti-imperialista que este Partido de los comunistas panameños convocaba en concreto.
Estando en la Escuela de Artes y Oficios, después, se ganó una beca para estudiar milicia, en un colegio militar regentado por la Escuela de las Américas del Comando Sur, donde preparaban comandos contra-revolucionarios,. De esta manera Torrijos se graduó de sub-oficial para la contra insurgencia, conocidos como “gorila”.
Al llegar a Panamá ingresó a la Guardia Nacional, cuerpo contrainsurgente, anti comunista, con el grado de subteniente.
Torrijos desde el comienzo fue designado a operaciones contrainsurgentes como contra el alzamiento de Cerro Tute, como en la represión anti-obrera en las bananeras de Chiriquí, en donde ya era jefe de zona y allí mataron en la tortura al dirigente bananero comunista, Rodolfo Aguilar Delgado.
En este oficio de represor contra-revolucionario, Torrijos hizo carrera hasta llegar a Mayor de éste cuerpo contra-insurgente que vergonzosamente se acuarteló, cobardemente, ante la agresión anti-panameña de las fuerzas combativas del Comando Sur yanqui, acantonadas en la que era la colonia yanqui, Zona del Canal.
El 11 de Octubre de 1968, junto con un grupo de mayores jóvenes, Torrijos y Boris Martínez encabezaron un golpe militar contra la oligarquía y contra el reciente gobierno encabezado por Arnulfo Arias, comprometido con los gringos a resucitar el fallido tratado 3 en 1, rechazado por el pueblo. Tras ese golpe militar se instauró una dictadura represiva, anti-comunista y contra todo el pueblo que permaneció hasta diciembre de 1969, cuando fue derrocado Torrijos por oficiales pro-imperialistas y pro-oligarcas.
No obstante, de inmediato Torrijos recuperó el poder enfocándose en el rumbo que trazó la gesta del 9 de enero de 1964 y en las enseñanzas que adquirió cuando estuvo, en su juventud, en las filas del Partido del Pueblo, junto a Chang Marín, a Gerardo González, a Amores, a Murgas padre, al indígena Elías Clara, a militantes femeninas, obreros y campesinos
La muerte del General Torrijos, aunque apareció como un accidente, se. dio en medio de la desesperación del imperialismo yanqui y de su aliada oligarquía panameña, de revertir el Tratado Torrijos-Carter, volver al colonialismo y regresar el poder político a manos de la dinastía procera de la fundación de la República tutelada por los gringos en 1903. Como la muerte del General no logró ese fin, el imperialismo norteamericano, bajo la dirección del Presidente Bush, padre, ordenó la invasión a Panamá, restauró el poder oligárquico dinástico y coptó al PRD, el partido fundado por Torrijos, para que gobernara, por turnos, con el panameñismo, para restaurar así la sumisión panameña al imperialismo, y que el ideario torrijista rompiera con el Tratado Torrijos Carter sobre el Canal y su zona colonial.
En las próximas elecciones generales del 2019, lejos de superar esta situación libertaria del pasado, la resucitaran con más ímpetu y profundidad que antes, por que la enfermedad no está curada, porque ya no se puede sanar con paños tibios, sino con cirugía. Esta realidad revivifica al Torrijismo.
– “Hemos avanzado, la lucha continúa”

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