EDITORIAL N°2 “Un ajuste al salario mínimo con sabor agridulce”

Los propios consultores del sector privado lo están señalando, que el modelo del mercado económico laboral no está funcionando y crea distorsiones y desigualdades en el esquema salarial.

La concepción primitiva empresarial de que si los trabajadores tienen mayor poder adquisitivo,  las empresas quiebran,  se van  del país y se fomentarían más despedidos, craso error de estos egoístas empresarios, cuando es todo lo contrario, si el trabajador obtiene un mejor poder adquisitivo,  incrementa  el consumo y aumenta el circulante en el mercado, así  también se enfrentaría con mayor éxito el costo de  vida que impone el libre mercado a nuestras familias.

 Con respecto al anuncio por parte del Ejecutivo en la vocería de la titular del ramo del Trabajo y legalizado con el decreto ejecutivo N°1 de 10 de enero de 2024 donde se fija la nueva tabla de 53 tasas salariales que abarcan 73 actividades económicas  hasta finales de 2025, el incremento va en 4.5% en todas las pequeñas empresas, 6:0% grandes empresas y un 7.0% empresas bananeras; este leve ajuste aplicaría para las zonas rurales y urbanas.

El salario mínimo más bajo queda en B/341.12, el mínimo promedio en B/636.80 y el más alto en B/1,015.03, y para empresas de carácter social sin fines de lucro la rata salarial queda en  B/2.92  la hora.

El modelo económico laboral actual  no genera empleos con salarios productivos, por tanto son insostenibles, es una economía que produce informales,  tema que hay que debatir con los sectores productivos del país y llegar a acuerdos sobre la ruta a seguir para lograr una economía laboral que genere empleos con asalariados sostenibles productivos donde la informalidad sea la excepción y no la regla a seguir.

La Central Nacional de Trabajadores de Panamá, considera oportuno señalar que a pesar de calificar el ajuste como irrisorio al  quedar bien distante de la propuesta del sector trabajador sustentada en la Comisión Nacional de Salario Mínimo, no podemos desconocer que este aunque irrisorio y agridulce ajuste  ha asestado un golpe al sector ultraconservador del  empresariado, quienes desde el día uno se mantuvieron en su posición de negar cualquier ajuste al salario mínimo de los trabajadores, esa posición mezquina de quienes explotan a los trabajadores ha sido derrotada; y le ha permitido un pequeño triunfo una vez más en beneficio de los trabajadores.

 Por lo que, hora debemos pasar a una fase mucho más superior de la lucha, que va en la dirección de luchar por una Ley General de Salarios que contemplen todos los salarios del país y la indexación como uno de los tantos desafíos de nuestra Central y del conjunto de las demás organizaciones obreras del país, para este año nuevo 2024.

¡Con la  unidad en la diversidad, el pueblo triunfará!

¡La lucha se mantiene y continúa avanzando de a poco, pero con paso firme!

Panamá, Sábado 13 de Enero de 2024

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