60 años de aquel 9 de enero de 1964

Por: Félix E. Villarreal V.

Al conmemorarse en este año 2024, los 60 años de esta inolvidable fecha (9 de enero de 1964), y seguido a ello, los sucesos que continuaron en día 10, 11 y 12 de ese mismo enero, que a su paso dejó muertos, heridos y un gran luto nacional. No cabe duda que, en definitiva, fue una gesta gloriosa e histórica, que demostró ante el mundo la valentía, la convicción, la dignidad y el patriotismo de una juventud estudiosa pero también aguerrida que, sin vacilación alguna, en el legítimo reclamo de nuestra soberanía y autodeterminación como pueblo, se dispuso ondear nuestra bandera nacional en la antigua Zona del Canal.

En este episodio histórico e imperecedero, obligatorio y de profunda reflexión nacional, quedó demostrado el verdadero amor a la patria, la identidad nacionalista, la tenacidad en la lucha y la solidaridad de todo un pueblo digno y heroico; que ante la ofensa de los denominados zonians y frente a la nefasta agresión política y represiva de los Estados Unidos, asumieron con valor y en condiciones totalmente desiguales, enfrentarse al ejercito e imperio más poderoso y exterminador del mundo.

Aquella acción heroica a nuestro juicio fue el momento donde en este país no solo se dio una insurrección popular espontánea de todo un pueblo, sino que (guardando las proporciones), ocurrió una acción revolucionaria al momento de enfrentarse al gringo militar e imperialista acantonado ilegalmente en la Zona canalera. Esto fue (aunque muchos así no lo consideren), el punto de partida y el paso correcto que sentó las bases y el precedente inmediato para iniciar ese proceso panameño, en la búsqueda de una verdadera independencia panameña, que impulsó y a su vez dio inicio a ese proceso programático de recuperación real del territorio panameño, ocupado y secuestrado durante décadas por la bota militar norteamericana.
A 60 años de aquel 9 de enero de 1964, no se ve o escucha resueno alguno (como talvés se esperaba), sobre un gran acto político cultural de recordación asumido por el Estado, más allá de lo tradicional de cada año, entendiendo que son seis décadas cumplidas de aquella gloriosa gesta heroica. Sin embargo, al margen de las circunstancias, la Universidad de Panamá y del Instituto Nacional de Panamá mantienen como principio académico, histórico, cultural y de reflexión nacional, realizar los actos correspondientes, garantizando con ello, mantener la memoria histórica y recordar que ambos claustros del saber y del pensamiento crítico, a través de aquella combativa y estudiosa juventud fueron protagonistas en ese momento glorioso y decisivo de la historia.

Cabe señalar también, que algunos gremios y organizaciones del movimiento sindical y estudiantil asumiendo su responsabilidad con la patria y la memoria de aquellos caídos continúa ese compromiso de realizar algunas iniciativas, acciones y actos de recordación y reflexión sobre esta importante gesta. Gesta que a nuestro juicio, y, guardando las proporciones, fue una especie de “Déjà vu”, para el pueblo panameño, para la Universidad de Panamá, la juventud, los gremios magisteriales, los grupos originarios, ambientalistas, sindicales, profesionales entre otros del país; en las múltiples jornadas de movilizaciones, protestas y demás luchas patrióticas escenificadas durante el mes de octubre y noviembre del año 2023, contra la imposición y aprobación del contrato Ley minero 406, que además de ser inconstitucional y vende patria, ubicaba a la trasnacional First Quantum Mineral como el nuevo enclave colonia y lascivo a la soberanía panameña.

Gracias a las heroicas luchas y acciones de protestas constantes de todo un pueblo a nivel nacional, este contrato leonino que además de haber violado 25 artículos de nuestra Constitución Nacional, fue declarado unánimemente por el pleno de la Corte Suprema de Justicia como Inconstitucional. Lo actuado y declarado, dio paso para exigir el cierre de la Mina y la paralización de toda actividad de extracción y lixiviación de los minerales. Proceso que aún está pendiente y que de hecho tomará algún tiempo, en el que de hecho todo un pueblo (como hasta el momento lo ha demostrado), estará vigilante de que ello se cumpla.

A 60 años de esta gloriosa gesta a recordar por siempre, cabe señalar además que, al margen de todo lo pactado y hasta ahora cumplido en el contexto los “Tratados Torrijos-Carter”, pero manteniéndose vigente el “Tratado de Neutralidad”, la presencia del imperialismo USA, amparándose en este último, nunca ha cesado en actuar con su política injerencista que (muy sigilosamente), bajo el ropaje de la Embajada que representa sus interese en el país; ha venido realizando durante muchos años un sinnúmero de actividades y una serie de eventos que de hecho ponen en evidencia su interés de seguir definiendo “las reglas del juego” y “moviendo los hilos” en los asuntos internos del país, antes, durante y después de lo que fue la genocida Invasión aquel 20 de diciembre de 1989, incluso posteriormente a lo que fue  la reversión total del Canal y zonas aledañas, el 31 de diciembre de 1999.

Solo basta refrescar que, bajo la permisibilidad de los distintos gobierno post-invasión, la presencia militar norteamericana ha permanecido en nuestro país, a través de “monitoreo” y “asesorías” en el Canal, en los entrenamientos de carácter militar conocido como: “Nuevos Horizontes”, “Fuertes caminos”, “Cuerpos de paz”, “Centro Regional de Operaciones Aeronavales” (CROAN), los programas “Mercurio I, Mercurio II, Mercurio III y el último Mercurio IV”, las acciones de “asistencias y ayudas humanitarias” y entre muchos otros.

Sumado a lo anterior, todos los panameños y panameñas hemos sido testigos de que a través diversos medios de comunicación del país, que la embajadora del gobierno de los Estados Unidos en Panamá, ha tenido la oportunidad y espacios en dichos medios, para que de una forma muy sutil pero con una intención claramente política y manifiesta de fondo; en su calidad de “diplomática” ha vertido comentarios y opiniones sobre temas y asuntos internos del gobierno y de nuestro Estado panameño; incluso sobre el tema First Quantum Minerals, manifestándose a favor de esa trasnacional y de la Ley 406, por asuntos de intereses. Estos comentarios y opiniones, de hecho, han sido duramente cuestionados por sectores organizados y sindicales del país, catalogándolos como injerencistas, peligrosos y hasta ofensivos a la dignidad del pueblo panameño, a su principio soberano y derecho de autodeterminación.

En ese sentido, cumplidos los 60 años de aquella gesta que con mucho orgullo, pero igualmente con sentimientos encontrados conmemoramos, la realidad actual nos ha de convocar entonces a la responsabilidad en primer lugar de mantenernos vigilantes y en defensa de nuestra soberanía y por ende en garantizarnos nuestra autodeterminación como pueblo; entendiendo el momento histórico, político a nivel nacional e incluso entendiendo en momento geopolítico y conflictivo que se vive en el plano internacional.  Y, en segundo lugar, impera la necesidad de retomar la tarea conjunta como universitarios, profesionales, como expresiones del movimiento social y como ciudadanos(as) de este país; proponernos mantener siempre vigente el pensamiento crítico y la memoria histórica de nuestro pueblo en torno a las causas, gestas, jornadas patrióticas y conquista logradas siempre en el terreno de las luchas, siempre dignas y por el bienestar de la patria. Y en ese mismo sentido, es necesario igual proponernos construir la UNIDAD, para construir colectivamente un mejor Panamá digno y realmente equitativo para todos.

Panamá, 5 de enero de 2024.

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