Nuestro país experimenta un crecimiento sostenido por más de una década, esto obedece fundamentalmente a la plataforma instalada que se fue configurando desde la década de los 70 que a la fecha se ha consolidado se le agrega la reversión de la vía interoceánica dando un impacto muy importante a la economía nacional permitiendo con ello obtener ventajas competitivas frente a otros países de la región.
En manos de unos pocos, como siempre se encuentra la riqueza nacional donde burguesía nacional se aprovecha de todas estas ventajas en detrimento de la mayoría de la población.
Esta burguesía nacional neoliberal cuyos intereses están ligado a las transnacionales, como clase están distribuidos en los distintos partidos políticos y ahora con independientes para seguir manteniendo el control político del estado panameño como clase social.
A nosotros como sector laboral nos preocupa la mala distribución de la riqueza, el endeudamiento público y el despilfarro galopante del dinero que está haciendo el actual gobierno nacional sin ningún tipo de ahorro ni contención del gasto de las finanzas públicas.
De continuar con esta mala práctica en el manejo de la finanzas públicas podemos transitar por el mismo camino de Grecia, España, Chipre, Portugal entre otros países de la zonaeuro.
Esas crisis provocada por los asaltos de las oligarquías transnacionales que ha llevado al descalabro financiero lleva consigo que son los propios trabajadores que tenemos que cargar con el costo de las crisis, allí se observa como desatan despidos masivos del sector público, cierre de empresas y rescate de otras, la pensiones son disminuidas y esta ocurriendo sencillamente porque las IFI’s están obligando a esos países a pagar la deuda, en nuestro país están dadas todas la condiciones para vivir con esta crisis, al menos que se tome un rumbo correcto y se adecente la administración publica.
Ahora todas esas crisis que vive el mundo no es más que el reflejo de la bancarrota del sistema capitalista junto a su deprimente modelo neoliberal, aunque el clamor del Papa a sido poner un freno a la corrupción, cuyas palabras son bienvenidas, pero esto es un mal del propio sistema donde la clase dominante desde la esclavitud hasta la actualidad ha sabido manejar y administrar durante siglo, solo la revolución verdadera puede erradicar para siempre ese flagelo.
En Panamá, con este gobierno de locos la corrupción ha alcanzado niveles inimaginables, en nuestras caras nos tratan de justificar los sobre costos, las contrataciones directas, los contratitos para familiares, amigos y allegados al gobierno, unos entraron millonarios y se van con billones, trillones, otros entraron limpios y quebrados y saldrán millonarios.
La podredumbre es tal, que no desmayan sin chantajear, sobornar, intimidar, amenazar, pichar escucha violando los derechos fundamentales del ciudadano porque desean a costa de todos perpetuarse en el poder.
Lamentablemente poco a poco se venido perdiendo la ética, ya esta no existe para los políticos tradicionales, en la política como un negocio y por eso invierten grandes cantidades de dinero menos en su acervo cultural y científico.
La clase obrera de vanguardia junto a los demás sectores sociales y populares estamos llamado por la historia a rescatar a Panamá de la garras voraces de esa oligarquía vende patria transnacionalizada, rescatar la decencia, la honestidad y la transparencia, recatar la justicia secuestrada por intereses mezquinos y entregados a la avaricia delincuencial internacional, rescatar el parlamento panameño retorcidos por aquellos mal llamados padres de la patria que distan mucho de la elocuencia cultural cuyas leyes responden a intereses económicos marcados y entregados totalmente al ejecutivo rompiendo el balance político de poder.
Un Ministerio de Trabajo parcializado a la patronal y desde que entraron no han entregado una sola personería jurídica sindical salvo a sindicatos amarillos armados por ello. Esto es parte de nuestra lucha sindical y debemos procurar que el reconocimiento de un sindicato sea producto de los propios trabajadores y no de una entidad sindical y que esta solamente registre la organización sindical, esto si es libertad sindical pura y no distorsionada o amañada.
Nos llama la atención y por tanto nos preocupa el desencadenamiento del proceso electoral el rumbo que esta tomando, esto puede traer consigo la criminalización política donde ya el país lo ha experimentado y quienes tienen la peor parte precisamente son lo sectores de la izquierda y sindicales así como también aquellos luchadores sociales quienes ponen su cuota de sacrificio donde la derecha aprovecha para eliminarlos y después decir que es parte de la delincuencia común. Es peligroso todo esto, porque la derecha está desesperada por el poder, una de ella por continuar y la otra por llegar.
La ética revolucionaria es la conducta a seguir es la que debemos practicar y ser ejemplo de dignidad, de patriota, solidario, honesto, transparente, hablar con la verdad de cara al pueblo, internacionalista, respeto y tolerancia con la ideas y pensamiento contrario a los nuestros.
La ética revolucionaria es revolución permanente, es entrega total a los más caros intereses de los sectores populares y de los más humildes, es entrega a la patria.
La ética revolucionaria es barrer con toda la porquería que le está ofreciendo los cinco partidos políticos tradicionales para esta campaña electoral, desmoronando los valores, la moral y las buenas costumbres de los panameños, el país no se merece ese tipo de contienda, cada proceso electoral debe se un acontecimiento para exaltar la decencia, la caballerosidad, las propuestas, el debate de ideas, debe ser un acto de docencia para que la cultura cívica política se desarrolle para los niveles de un pueblo culto y esa es la riqueza mejor preciada para las actuales y futuras generaciones.
La ética revolucionaria es cultura política, es decencia, es construcción de un Panamá incluyente.
Este es camino por dónde van los pasos de los trabajadores aglutinados en la gloriosa Central Nacional de Trabajadores de Panamá, estamos construyendo colocando cada ladrillo en su lugar, es un proceso que debemos impulsar con paciencia, con inteligencia, la prudencia y ante todo con los conocimientos que nos brinda la ciencia y la tecnología.
Y nuestro accionar siempre estará encaminado a lograr que la economía este al servicio de lo social, protegiendo el ambiente, teniendo como centro al ser humano.
Panamá, 04 de junio de 2013
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