Frenemos la persecución contra la Dirigencia Docente
En las últimas semanas se ha desatado en la provincia de Colón, República de Panamá, una fuerte campaña de persecución contra líderes magisteriales, entre ellos la del dirigente de la ASOPROF, Andrés Rodríguez.
Enmarcada en la orden de “guardar silencio” impartida mediante memorando al personal directivo y administrativo de los planteles colonenses por parte del Prof.
Carlos Baltasar, director regional de Educación en esa provincia, la persecución contra Andrés Rodríguez es una demostración más de las políticas de acoso, chantaje y atropello que han caracterizado a la Administración de Ricardo Martinelli y de su ministra de Educación, Lucy Molinar.
Con la intención de aislarlo de las actividades gremiales a las que se le convida por su calidad de dirigente, al Prof. Rodríguez se le ha impedido salir del plantel para atender hasta las más humanas urgencias personales (el 10 de agosto le fue negado permiso para atender las necesidades de su señora madre, que murió el 14 de agosto de 2011); su aula de clases en el Colegio Abel Bravo es vigilada estrechamente mediante cámaras, y, según él mismo ha declarado, la directora del Plantel, Leticia Paddy de Holder, le advirtió que “si de arriba la presionaban, ella lo ejecutaría.”
El código del silencio implantado por el Director Regional de Educación de Colón está sirviendo para intimidar a los docentes del Colegio Abel Bravo y del resto de la Provincia, pues el Prof. Rodríguez se atrevió a denunciar públicamente que el nombramiento de la directora, Leticia Paddy, no había cumplido los requerimientos necesarios, cosa cuya irregularidad basta y sobra para poner en alerta a todo el sistema educativo (incluidos los funcionarios y las direcciones de planteles que sí cumplieron los requisitos).
La arbitrariedad, el acoso, la amenaza y la soberbia manifestada por las autoridades educativas en Colón no pueden quedar indiferentes al resto de la sociedad panameña, que no debe permitir que sus más notables dirigentes caigan víctimas de los ataques de un gobierno carente de moral, abusivo, insolente y plagado de corrupción. Afirmamos, categóricamente, que todo ello obedece a un plan para desarticular cualquier resistencia organizada a sus abusos y latrocinios, cada vez más evidentes.
El Movimiento Popular Unificado (MPU) manifiesta su indignación por las presiones contra Andrés Rodríguez, exige respeto por la dirigencia sindical y gremial y llama a todas las fuerzas sociales claramente identificadas con los intereses y aspiraciones populares a repudiar y hacer frente a los atropellos, insultos y vejaciones con los que cotidianamente el gobierno de Ricardo Martinelli, su ministra Lucy Molinar y todos sus cómplices avergüenzan a la Nación.
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