Una de las cosas importante en toda organización no importa su carácter ha sido siempre contar con un norte o rumbo de trabajo que para efecto nuestro es la ideología, el proyecto revolucionario; además, de poder contar con una organización que impulse dicho proyecto.
Para ello, se van diseñando estructuras no rígidas sino maleables a las propias circunstancias del entorno, en estos casos el individuo tiene que ser muy creativo y constante en su parcela de trabajo que embona todo un cuerpo, tiene que traslucir su sabiduría y experiencias para empujar el proyecto por la cual todos estamos identificado, porque han sido ampliamente debatido y son acuerdos de Congreso de la CNTP
Unas de las falencia nuestra desde la izquierda es que a veces nos quedamos en la teorización escolástica ortodoxa al margen de la realidad o de los problemas de la gente, de los trabajadores, de la realidad laboral y de los sindicatos. Ignoramos muchas veces nuestra realidad y nos sentimos impotente frente a los problemas que muchos de ellos son viejos y que ahora se agregan nuevos con toda su complejidad.
Los hombres y mujeres que se le entregan responsabilidades tiene que contar con la capacidad y la formación para atender y resolver su área de competencia, tiene que demostrar talento y capacidad, de lo contrario nos estamos engañando todos y estancando el proyecto revolucionario haciéndole un grato favor al sistema que estamos combatiendo.
Conocemos nuestros objetivos, conocemos al enemigo y si estamos claro con el rumbo por donde tenemos que caminar, nos falta solamente conocer la parte diaria del camino a realizar; puede ser que esto es lo que nos hace falta, lo pongo al debate!
Lo primero que tendremos que hacer no es ir a brindar nuestra sabiduría individual, sino ir a demostrar que vamos a aprender con los trabajadores, con los sindicatos, con las bases, con el pueblo, que vamos a realizar esa grande y bella experiencia común, que es construir una nueva CNTP, un nuevo sindicalismo arraigado en la solidaridad y en el internacionalismo y con ello ese gran proyecto revolucionario.
Y esa parte no se la puede enseñar nadie, esa parte es el camino propio de cada individuo, es lo que todos los días hará, lo que recogerá en su experiencia individual y lo que dará de sí en el ejercicio de su militancia sindical, dedicado al bienestar de los trabajadores, de su sindicato y del pueblo.
Entonces, me he dado cuenta de una cosa fundamental, para ser un buen sindicalista revolucionario o para ser un buen revolucionario sindicalista, lo primero que hay que tener es consciencia clasista, militancia, formación y cultura, para poder echar andar ante todo la maquinaria de la CNTP, con sus estructuras formales e informales que son valedera para el camino tortuoso por la cual transitamos.
Todo sindicalista cenetepista tiene que ser ingenioso para poder sortear los problemas que se le presentan en el camino, no esperar una mano mágica para abrirse camino, ya el rumbo esta trazado, es pernicioso hacer poco o nada, tenemos que dar el todo por el todo, no solamente alcanzar lo que me propuse sino ir cada vez más allá sin que nadie me lo pida; tenemos que combatir conductas genuflexas y oportunistas como la burocracia sindical.
No es permitido por ninguna razón que pase un mes, un semestre, un año y a la hora de rendir cuenta me pare a decir que no hice nada, este dirigente no tiene vergüenza sindical, puede ser todo, pero, menos sindicalista al estilo y exigencia de la CNTP.
Combatiremos con las armas del conocimiento todas formas de seudo militancia de aquellos que se creen que con recitar el marxismo, ser solamente contestario o que tan solo llegar todos los días a la sede de la Central, ir religiosamente a sus reuniones formales, descuidando su Área de trabajo asignada, se ganen el atributo de ser un sindicalista revolucionario o que está construyendo revolución para darle a nuestro pueblo calidad de vida y progreso.
Combatiremos con las armas del conocimiento el empirismo, el primitivismo y el artesenalismo en la organización, si es que queremos una nueva CNTP con un proyecto revolucionario en unidad. Construyamos Organización con conocimiento, militancia y con crítica y autocrítica constructiva para elevar la calidad de nuestra organización CNTP.
Marquemos las diferencias con nuestro estilo de trabajo, con nuestro conocimiento, nuestra conducta y todos los trabajadores militante y afiliado a la CNTP tienen que convertirse en un entusiasta lector y estudioso de los problemas sociopolíticos y laborales.
Invirtamos en conocimiento y en organización está dos variables son la palanca para salir del ostracismo organizacional, la Central tiene que dar el salto colectivamente y ayudar aquellos que aún se encuentran en bajo nivel.
Pues ayudará muy poco el esfuerzo aislado verdad, el esfuerzo individual, la pureza de ideales, el afán de sacrificar toda una vida al más noble de los ideales, si ese esfuerzo se hace solo, solitario en algún rincón de nuestra Central, de nuestro país, luchando contra los gobiernos adversos y las condiciones sociales y democráticas contrarias que no nos permiten avanzar, el individualismo, el hombre equipo y el sectarismos son vicios que hay que erradicar de nuestra Central.
Para hacer consciencia clasista, se necesita trabajo constante con apego a las ideas revolucionarias como unidad de equipo, esto poco a poco lo estamos construyendo y es el movimiento que se vive hoy en la CNTP, necesitamos que toda una maquinaria sindical se movilice y aprenda, con el uso de las armas del conocimiento, la militancia constante y el ejercicio de la unidad combatiente, puesto que es valioso construir una organización como la que estamos construyendo con la unidad monolítica en estos momentos tan difícil para al movimiento obrero panameño.
Bueno ya entonces estamos situados, es así, en el núcleo del problema que hoy tenemos por delante; la Organización de la CNTP; dijo un gran revolucionario socialista, sin teoría revolucionaria no hay revolución, luego entonces, parafraseándolo, sin organización no hay CNTP, mucho menos proyecto de unidad, ni proyecto revolucionario que ejecutar.
De allí, la importancia que le doy por lo pronto al trabajo de las Secretarías de Áreas, a las dos Comisiones Nacionales, las Federaciones, Comisión Política, a la Comisión Especial de Autogestión, al Equipo formado para atender la Lucha Ideológica, el Departamento Legal para que preste sus servicios de consultorio jurídico, Departamento de Relaciones Internacionales, la Dirección Colegiada del Instituto, Sindicatos Nacionales y demás, como aquellas Comisiones Informales que se estructuran para cumplir tareas específica de corto plazo.
Todas estas estructuras tienen que funcionar indistintamente, reunirse para trazar sus líneas de acción, ejecutarlas, autoevaluarse, trabajar, trabajar, trabajar sin que nadie se lo pida, ni que nadie lo convoque, manteniendo eso sí el espíritu de cuerpo y la colectividad revolucionaria, solo de esa manera la Central, avanzará grandemente y rendirá cuenta cuando el supremo se lo exija.
Resalto lo particular de las Secretarías de Áreas por lo innovador en la estructura de la Central. Es un hecho cierto que no hemos tenido la capacidad de desarrollarla, puesto que hemos quedado anclado en el pasado en el trabajo tradicional del Secretario Principal y su Suplente; en el mejor de los casos solo trabajando el Principal y en el peor de los casos ni el Principal ni el Suplente.
De manera autocrítica observamos esta situación de una manera contemplativa, haciéndonos cómplice de nuestra propia desgracia organizacional. La Central no se puede dar el lujo de trabajar a la usanza del siglo pasado, existen excelentes lideres cenetepista que son amigable al cambio, que no colocan trabas para el mismo, muchos menos argumentan defendiendo el status quo, por el contrario quieren romper con él, sin embargo, no se está dando el golpe en el núcleo del problema, que lo hemos identificado en la Organización.
Me quedo con el criterio de que estamos atendiendo diligentemente diversos problemas al unísonos sin Organización, con voluntarismo, coraje e individualidad, solo con la formalidad de acuerdos en las instancias superiores y no es que este mal, pero que no es el camino correcto para empezar a tejer y hacer que funcionen indistintamente y de manera armónica las distintas redes en que se sujeta la maquinaria organizacional de la CNTP.
Empezando con el Consejo Directivo Nacional (CDN), esta instancia de Dirección, en cuanto a sus sesiones debería ser a mayor tiempo y no como está ahora, que es semanalmente, esto ayudará para dar amplio espacio y tiempo a que las Secretarías de Áreas puedan reunirse y puedan dar informe de su trabajo al CDN.
Recomiendo que una reunión a este nivel, que es el CDN, debe tomar la jornada completa, para ello, hay que prepararse muy bien para estar en estas sesiones de trabajo y de discusión, no podemos bajar el nivel de esta reunión.
Tenemos que lograr que las Secretarías de Áreas trabajen más como cuerpo, como colectivo de trabajo, al igual que el resto de las estructuras de la Central.
El Consejo Directivo Nacional (CDN), como cuerpo, “es el organismo de dirección ejecutiva y administrativo sindical responsable de coordinar, controlar, dar seguimiento, cumplimiento de las normas, evaluar las tareas y acuerdos emanados del Congreso Nacional, del Consejo de Delegados, de la Orientación Sindical, como también lo de sus propios acuerdos”. Artículo 60 del Estatuto CNTP.
Por lo tanto, a quien el CDN tiene que coordinar, controlar y dar seguimiento si se está cumpliendo con los acuerdos, son a las Secretarías de Áreas y para que estas puedan enfrentar su rendición de cuenta tiene que dársele el espacio necesario para que funcionen como equipo.
¿Y que son la Secretarías de Áreas?, no es más que “una nueva forma organizativa de trabajo que comprenderá mayor integridad, tanto en acciones como en sus funciones, permitiendo el trabajo en equipo con mucha más visión, compromiso y resultados.” Artículo 72 del Estatuto CNTP.
Se desprende luego entonces, que la Comisión Política de la CNTP, asumirá la atención de manera más permanente del tratamiento de los problemas sociopolíticos.
Todas las Secretarías de Áreas y demás estructuras de la CNTP, deben a empezar a trabajar y funcionar de acuerdo a sus tareas, tomando sus propias decisiones en concordancia a la orientación emanadas de los Órganos de Dirección Nacional de la Central.
De ajustar nuestro trabajo organizacional a toda esta conceptualización y praxis sindical, podemos sentirnos confiado y seguro que por sobre todas las cosas, nos encontraremos más temprano que tarde frente a una CNTP de nuevo tipo, es decir, una Central que utilizará los conocimientos y su praxis revolucionaria al servicio de la Revolución, a la Unidad de los trabajadores y del pueblo, para que aparezca el Panamá de los excluido.
Para ello, lograremos que se compagine no solamente el esfuerzo individual, sino también el trabajo colectivo o de equipo, tratando de estar siempre en sintonía con las necesidades de la sociedad, como de la Central Nacional de Trabajadores de Panamá (CNTP).
Por: Alfredo Graell A.
Secretario del Área de Educación de la CNTP
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