El mundo hoy vive incertidumbre, hace 3 décadas el mundo nunca pensó estar en la situación que hoy nos a queja, sumergida en una crisis financiera jamás vista y que los precios de los productos de primera necesidad para la población alcanzaran cifras récords.
Hoy, los alimentos están triplicado en sus precios, luego que iniciara la crisis en el 2008 y se aumentara los precios del combustibles a casi B/ 150.00 dólares el barril, cada día la especulación de los precios es insaciable, ya que los dueños de las grandes cadenas de supermercados y los intermediarios elevan los precios indiscriminadamente, solo quieren escuchar el sonido de la caja registradora.
Es lamentable ver como el mundo y sus especulaciones acaban con la vida humana, la burguesía busca incrementar mucho más sus riquezas, a costa del sacrificio de la población y de los trabajadores que son los que llevan la carga de la economía de un país y la plusvalía de las empresas en donde laboran.
No solo eso, es tema de discusión, entra el caso de los valores éticos y morales, en donde una sociedad sumergida a causa de una política de barbarie, hipocresía, la ambición, la corrupción y la depravación, lleva a vivir a la sociedad en un mundo lleno de mentiras e inmundicias, para lograr lo que se desea.
La sociedad completa, ya no tiene ese sentido de valores, eso es algo que se perdió, tras su momento al ingreso del modelo neoliberal, fue el cambio radical de una sociedad que se perdió en una educación pésima, sin cultura y ética a causa de la desvalorización de la familia.
Y que hoy aqueja a la sociedad la violencia y el desenfreno en los jóvenes, que a raíz del desempleo y los bajos salarios, los lleva a vivir en un mundo de antro y de vicios, como lo son las drogas y el pandillerismo, esta juventud que necesita un empuje para que pueda lograr éxito en su vida, hoy este sistema excluyente no lo deja vivir como deseara.
Ante este modelo nefasto, las organizaciones sindicales y populares invocan alternativas para que jóvenes y adultos puedan vivir una vida digna y decorosa, como el cambio de un nuevo modelo económico, con participación de las grandes mayorías, con mayor distribución de las riquezas, hacia ambos sectores, con un desarrollo sostenible y que reine la paz y la justicia social.
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