Hoy 3 de noviembre de 2018 conmemoramos 115 años de la separación de la hermana República de Colombia, un hecho significativo por cuanto que las aspiraciones de libertad e independencia se vislumbraba desde mediados del siglo XIX.
El proceso mismo que culminó un 3 de noviembre se vició a consecuencia de la intromisión de los intereses visibles de dominio y expansión de los Estados Unidos hacia América Latina y el Caribe, nacimos mediatizados siendo parte de un enclave colonial que duró 96 años.
Las fuerzas conservadoras y la oligarquía naciente panameña, serviles a las águilas imperiales de los EE.UU, todos en contubernio frustraron la legítima lucha independentista que libro el guerrillero coclesano el Cholo Victoriano Lorenzo, junto a otros, fue engañado, traicionado y fusilado.
La historia se repite, esas mismas fuerzas tradicionales vuelven y traicionan al pueblo por intereses mezquinos entregados al imperio norteamericano y suplicaron a las fuerzas militares del ejército estadounidense para que invadieran a nuestro país en 1989.
Esas mismas fuerzas hoy en día un poco mejor organizadas en cámaras de comercio, Asociación Bancaria, en Apede, Sindicatos industriales, Cámara de Turismo, Bienes Raíces, ANAGAN, en medios corporativos de comunicación y en CONEP, todos bajos los intereses geopolíticos de seguridad nacional de los EE.UU, del FMI, Banco Mundial, de la OCDE y de tantos otros mecanismo de chantaje, dominio y de opresión, continúan arrebatándole a nuestro pueblo los intereses nacionales.
Ellos viven para saciar el lucro y su comodidad en detrimento de aquellas que producen la riqueza pero, las cuales viven en las más pésimas condiciones, sin lograr satisfacer igualmente las mejores condiciones de vida y comodidad, estos son los trabajadores.
Independientemente de como llegamos al mundo, nosotros los trabajadores amamos a nuestra patria, la honramos y la defenderemos consecuentemente con lucha y valor en contra de esas fuerzas retrógradas que desde su inicio traicionó y se entregó a los intereses foráneos.
Son esas mismas fuerzas que hoy celebran su traición, porque ese fue el camino que los han mantenido en el poder político y económico del país, nos han dominado junto al imperio norteamericano hasta el día de hoy, son los mismos que hoy le regatean a los trabajadores los ajustes al salario mínimo, los que se niegan al aumento general de salarios, los que boicotean el aumento a los pensionados y jubilados, los que quieren privatizar: la CSS, el Agua, entre otros; los que aspiran a sepultar las relaciones laborales, los convenios colectivos y la libertad sindical, los que deforestan sin ningún control para construir su negocios si importar la sostenibilidad ambiental, los que quieren quedarse con los recursos del canal, los que han acabado con la cultura y patrimonio histórico del país, los que han malogrado la educación y la salud pública, los que se niegan a llamar a una Asamblea Constituyente Originaria que refunde el Estado Nacional.
Sin embargo, seguimos luchando para rescatar a nuestra Patria del dominio de las fuerzas retrógradas y oscurantistas, es nuestra Patria y estamos seguros que estarán pronto en manos de sus legítimos dueños, el pueblo panameño.
La Central Nacional de Trabajadores de Panamá, saluda fervorosamente a la Patria libre y soberana, a la Patria del Cholo, de los pueblos originarios, de los trabajadores, del estudiantado, de los profesionales, del empresario justo y honesto, de la mujer trabajadora y de esa juventud que se prepara, de ese campesinado y productores que labran la tierra y por esa niñez que espera un país lleno de valores sanos y constructivos.
Viva nuestra Patria, Panamá con desarrollo, progreso y bienestar social incluyente, en que todos podamos recibir y disfrutar de la riqueza que producimos los trabajadores.
¡Venceremos!
Panamá, 3 de noviembre de 2018
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