Después de la invasión a Panamá (1989), nuevas tareas – Por Moises Pinzon

El 20 de diciembre de 1989 marco un punto de inflexión en la historia Panameña; un antes y un después. En sus aspiraciones por re-negociar los tratados Torrijos-Carter, entendían que sería imposible pasado 1990, dado que la mayoría en la Junta Directiva del Canal pasaría a ser nombrada por nuestro gobierno, junto con el Administrador. Dada esta circunstancia estábamos seguros que invadirían en ese mes.

Aunque estaba en la trinchera de enfrente, entiendo las motivaciones de los Civilistas: El desgaste del gobierno autocrático de los militares fue aprovechado por los EEUU para encausarlos hacia sus intereses, creando las condiciones necesarias para invadirnos en función de sus aspiraciones por recuperar el Canal.

Luego de lo inevitable, estando los tanques invasores en nuestras calles, el coraje de los panameños no tuvo limites; desde marzo, se organizaron marchas por el derecho a la vida, que tubo su trascendental resultado el 20 de Diciembre de 1990 en donde más de 75,000 panameños salieron a repudiarla.

El gobierno pos-invasión convirtió el genocidio gringo en un rotundo fracaso, no les dio la oportunidad de re-negociar los tratados.

Pasados más de 25 años de aquella nefasta fecha en donde fueron afectados tanto los que se enfrentaron política y militarmente al ejército más poderoso del mundo como para los que lo aplaudieron (acosados por 3 años previos de una guerra económica y psicológica sólo comparable a la de Cuba y hoy a Venezuela) la realidad política es muy distinta: silenciosamente seguimos invadidos.

El imperio ha garantizado dejar penetradas todas nuestras organizaciones para evitar consensos de los movimientos populares de cara a fortalecer liderazgos. Ejemplo visible de ello fue el Pacto de la Cresta (2009) y la visita del Embajador gringo al Tribunal Electoral a una semana de las elecciones (2014).

Hoy las consignas y las tareas revolucionarias son otras. Los resultados del Torrijismo no se pueden ocultar y sus errores son ya pasado… permitiendo que todas las fuerzas populares acuerden estrategias comunes sin afectar su diversidad de liderazgos.

Fue tan determinante la invasión para nuestro país, afectando a todos los sectores, que es preciso, justo y necesario que el gobierno apruebe el 20 de Diciembre como día de Duelo Nacional.

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Paginas web que comunican e informan al trabajador. Marketing Sindical. www.monagrillo.net

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