La mañana del viernes 28 de enero era un entrar y salir de niños, jóvenes y adultos comprometidos con los hijos de los trabajadores y con los muchachos de la comunidad.
La pena de algunos niños se notaba pues le huían a las cámaras, y otros preguntaban sobre las piscinas, si eran hondas, si los acompañaban las maestras, todo era nervios.
Unos porque no nunca habían ido a una piscina como la del FUCER, los adultos por la responsabilidad de los niños y porque todo quedara bien.
Finalmente ya todos se tomaron las fotos y sale un grito de contento… ¡TODOS ARRIBA.!
las fotos nos pueden decir como quedó todo: los rostros felices de los niños y cansados de los adulto y … la satisfacción del deber cumplido.
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