Retroceso neoliberal

Temer y su pandilla de traidores y oportunistas representan los intereses de la burguesía, de los latifundistas y del imperialismo. Ésas eran las clases sociales que estuvieron (ahora como en 1964) detrás de la conspiración golpista, que respaldaron y financiaron generosamente. Los medios de comunicación capitalistas, que lleva un ADN antidemocrático y antinacional, desempeñaron un papel fundamental, junto con los sectores del Poder Judicial, el Ministerio Público y la Policía Federal.

Hay que recordar que la ofensiva conservadora para desestabilizar el gobierno Dilma comenzó en 2013 después de las manifestaciones de junio, que fueron manipuladas por la derecha y continuó con la campaña “no habrá copa” que se intensificó después del resultado de las elecciones de 2014, que nunca fue aceptado por la oposición.

Derrotada en las urnas, la derecha neoliberal vuelve al poder mediante el golpe de estado. Su propósito declarado es interrumpir el ciclo político iniciado por Lula tras las elecciones de 2002 y continuado por Dilma, guiado por un proyecto nacional democrático y popular, para imponer la retrocesión neoliberal. El programa de los golpistas (explicado en el documento titulado “puente para el futuro” del partido PMDB y los “15 puntos” del partido PSDB) es una amenaza para los derechos de la clase trabajadora (y no sólo los logros acumulados de los últimos 13 años) y para la soberanía nacional y la democracia.

Temer se compromete a flexibilizar los derechos laborales, estipulando los contratos de trabajo al arbitrio del mercado al estipular la primacía de lo negociado sobre la ley. Se trata en esencia, del mismo proyecto de reforma laboral enviada por el ex presidente FH Cardoso al Congreso Nacional, que fue aprobado por el congreso, pero fue descartado por Lula poco después de asumir el poder en 2003. Sería el final de la CLT-Consolidación de las Leyes Laborales.

Por esta y otras razones, Temer no será un puente para el futuro como engañosamente anunciado, sino un puente para el retroceso al pasado neoliberal, que muchos pensaban enterrado. Temer aboga por la tercerización generalizada de la economía y la fijación de una edad mínima para la jubilación. La subordinación de la Seguridad Social al Ministerio de Hacienda revela las nefastas intenciones del capitán del golpe de estado.

El gobierno golpista también ultraja la soberanía nacional al declarar el objetivo de cambiar el marco regulatorio de las reservas de petróleo del pre-sal y entregar nuestro petróleo a la libre explotación del capital extranjero. Con José Serra en el Ministerio de Relaciones Exteriores lo más probable es que veremos, el debilitamiento del MERCOSUR, la CELAC y los BRICS, el abandono de la política de integración de América Latina y la restauración de la diplomacia de Estados Unidos.

Finalmente, una autoritaria ofensiva contra los movimientos sociales es de esperarse. Debemos reaccionar con energía al programa de retroceso que los golpistas al servicio de la burguesía y del imperialismo pretenden imponer. Sin duda pretenden criminalizar las luchas y los movimientos sociales.

Pero no nos intimidarán. No vamos a retroceder. No vamos a bajar nuestras banderas. Nuestro compromiso es redoblar los esfuerzos de concientización y movilización de la clase obrera y del pueblo brasileño contra el retroceso neoliberal, en defensa de la democracia, de la CLT- Consolidación de las Leyes Laborales y de la soberanía nacional. ¡ Fuera Temer !

Por: Área Internacional CTB

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