Panamá se ha convertido en un país preso de la violencia. No es que estamos alarmados sino que es la realidad que vivimos día a día, cuando hace unos años presumíamos de ser uno de los países más seguros de la región, y simplemente le echábamos la culpa a los vecinos del sur por los casos aislados de asesinatos al estilo de sicarios, veíamos los actos de violencia como un producto de importación lejano a nosotros. Hoy día seria mentirnos a nosotros mismos y en extremo ridículo culpar a los vecinos de todos los actos de violencia que nos aquejan en Panamá. Si hace unos años hubiese escuchado o leído un titular de Padre viola a hijas, automáticamente nuestra mente asociaría la noticia en el extranjero, hoy día estas cosas ocurren dentro de nuestro territorio nacional, los crímenes por violencia domestica van en aumento. No somos profesionales de la salud, para darnos cuenta de lo que ocurre diariamente en los diferentes lugares del país.
Nos estamos convirtiendo en una sociedad violenta, una vez más no somos alarmista solo hace falta leer los titulares de los periódico, escuchar y ver las noticias, el que me diga que los diarios solo capitalizan con estos hechos para vender sus ejemplares, mucho me temo que si pensamos de esa manera estamos viviendo verdades a medias. Somos un país que apenas sobrepasa los 3millones de habitantes, según la Dirección de Estadística y Censo. En un país tan pequeño que todos los días encuentren ejecutados, y que ocurran hasta 11 homicidios en un fin de semana es noticia, y es alarmante.
La preocupación de todos es la ineptitud de nuestro gobernantes para aplicar la ley y hacer justicia, lastimosamente no vemos los mecanismos sociales en pro de disminuir los actos de violencia a través de la prevención del crimen. Nuestras instituciones son más bien de carácter reactivo ante diferente situaciones, son incapaces de crear medidas acertadas para la prevención de la violencia en nuestro país, medidas recientes como el aumento a las condenas penales lo demuestran, esta es una solución que no busca prevenir el delito; es una respuesta, si, a la separación de la sociedad en que vivimos, y que solo respetaría las normas mínimas de la convivencia en sociedad.
Pero dentro del punto de vista práctico de una persona que ha vivido en carne propia la muerte de familiares producto de la violencia en que vivimos, estaríamos dispuestos a colaborar con ideas y métodos orientados a la prevención, una larga condena no aliviara el dolor que causa la muerte de un ser querido, métodos dirigidos a prevenir el crimen con una mayor presencia de programas sociales en las aéreas de alto riesgo, verdaderos programas de resocialización, una mayor presencia de psicólogos, sociólogos y trabajadores sociales dentro de las instituciones carcelarias, esto ayudaría a que vaya disminuyendo los delitos cometidos por reos una vez salen de las cárceles. Seria interesante revisar las estadísticas que indiquen cuantos personas que han estado presos en nuestro sistema carcelario son reincidentes y cuyo domicilio permanente son las cárceles del territorio nacional y que solo salen a las calles a vacacionar y seguir cometiendo crímenes a la sociedad.
Nosotros como organizaciones sociales estamos dispuestos para apoyar a las otras organizaciones para tratar de frenar la violencia que está acabando con nuestros jóvenes que son el futuro de nuestro país. Como esperanza anhelamos encontrar soluciones para aportar ideas y también nuestro granito de arena para motivar una mayor participación ciudadana en actividades para prevenir la violencia en nuestro país.
