La verdad es y siempre será revolucionaria

Cuando se reúnen grandes pensadores, no hay más opción que escuchar y creer, pero cuando el tema es los 60 años de la Revolución cubana a estas acciones hay que adicionar la de no parar jamás en la preservación de lo logrado, según trascendió en el Panel: A 60 años de su triunfo: Significación histórica de la Revolución cubana y del legado de Martí y de Fidel, ocurrido en el capitalino Palacio de Convenciones como parte de la 4° Conferencia Internacional por el Equilibrio del Mundo.

Varios intelectuales cubanos y latinoamericanos, versaron sus intervenciones en el legado proporcionado por el Comandante en Jefe Fidel Castro y las enseñanzas proporcionadas por la práctica política en sus avances, detenimientos y reveses que pudo incurrir la trayectoria del sistema emancipador iniciado después de 1959 en la Isla caribeña.

Abel Prieto Jiménez, Director de la Oficina del Programa Martiano, en su carácter de moderador, calificó las intervenciones como una forma de redescubrir a la Revolución en su enfoque marxista y martiana, mediada por los principios incorruptibles defendidos tanto en el orden interno como en las tribunas internacionales, bajo la tesis de convertir lo imposible en lo posible, lo cual condujo a las contundentes victorias vivenciadas por el pueblo cubano.

Una disertación elocuente y amena la expuso el intelectual brasileño Frei Betto bajo la tesis del significado del socialismo en una isla del occidente del mundo que sobrevivió 30 años de la caída del muro de Berlín, sin abandonar el camino de la emancipación. En sus palabras argumentó que el gobierno de Estados Unidos siempre ha tenido el deseo y las ganas de destruir a Cuba pero se han contenido porque saben que van a eliminar a un pueblo de la faz de la tierra.

Expuso varios ejes temáticos, que a su criterio debe aprenderse de Cuba, primero el protagonismo de los hombres y mujeres; luego el papel de la subjetividad humana como esencia del actuar en la historia; además del internacionalismo y la solidaridad llevada a las demás naciones necesitadas y ante cualquier obstáculo dentro de las fronteras; y la capacidad que ha tenido la Revolución de realizar autocríticas.

«Si Cuba es tan frágil, si está tan cerca de los Estados Unidos por qué no atacan a Cuba. Es muy fácil, los yanquis han aprendido que se puede vencer un gobierno, pero no se puede poner abajo a un pueblo. Entrar en Cuba no es luchar contra un gobierno, es luchar contra un pueblo», dijo en sus palabras y también habló sobre el rescate constante de la memoria histórica, la cual se complementa con el hecho de que la mayoría de los cubanos han crecido participando en luchas como la vuelta de Elián o la batalla por Los cinco héroes.

Igualmente añadió que la Revolución revisó los errores cometidos en consulta popular con las bases de la sociedad y cuando el gobierno se dio cuenta de sus equívocos los corrigió. «Se cambió todo lo que pudo ser cambiado», significó Frei Betto y caracterizó el papel del humor dentro de la idiosincrasia y la cultura de un cubano. Concluyó su intervención exhortando a dejar el pesimismo para días mejores.

En la exposición de Eusebio Leal comentó la idea del pensador peruano José Carlos Mariategui en definir la necesidad del socialismo como una creación heroica y afirmar que la construcción de ese sistema político es un viaje a lo innoto, algo experimentado por los hacedores del socialismo en la Mayor de las Antillas.

Evocó la necesidad de apoyar la causa independentista de Puerto Rico y mientras que ese territorio esté colonizado, Cuba acompañará la causa boricua. Aseguró que la Isla práctica la política por principios. «No hay un acto de oportunismo en las relaciones con el mundo exterior» añadió el historiador cubano.

Hizo referencia al desamparo que vive la población de la capital después de vivenciar un tornado el domingo último y elogió la solidaridad emanada en todo el país, «Ese es un sentimiento de una nación, que le da crédito al sentido de las palabras que aquí nadie está desamparado», aseveró.

Eusebio Leal, conversó sobre la integridad de Cuba, de su gobierno, el cual se ha sabido ceñir a los principios más enaltecedores de la ética social a pesar de que las consecuencias pudieran ser difíciles, sin oportunismos ni caminos viles. Concluyó exhortando a defender la Revolución con alegría como tarea, sin perder el sentido de la conducción del proyecto.

Atilio Borón, recordó a Fidel como una elegía que solo reafirma su presencia avasalladora, que no cesa, que nos guía, la cual planificó su muerte a sus 90 años para no dejarnos solos antes, y caracterizó al líder cubano como un hombre defensor de la puntualidad, la precisión y la exactitud.

Relató que ese gran estadísta nunca dejó nada al azar  y planificó todo al detalle, con una mente muy lúcida y con una mirada de águila para profundizar en la magnitud de cada acontecimiento del mundo. «Fidel citó a la muerte y ella vino puntualmente en una fecha señalada», recordando la partida del Yate de Granma de Tuxpan, México el 25 de noviembre de 1956.

El primer orador de la mañana fue Elías Ramirez, historiador y diputado, miembro de la Comisión redactora del proyecto de la Constitución, quien abordó las herejías de Fidel en su disertación.

Cito las palabras del quien fuera Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros  al afirmar: «La capacidad histórica de un país no está en su extensión sino en su intensidad» y lo calificó como un profundo líder enfrentado al colonialismo cultural, frente al dogma, los esquemas y las teorías de academias. Luego aseveró: «Fidel se reveló contra el imperialismo estadounidense y realizó una herejía frente a las prácticas socialistas dogmáticas del momento».

Destacó la creación del Partido Comunista en 1965, el gran aporte de la Revolución para alcanzar la unidad de las organizaciones partidistas y grupos sociales porque Fidel vislumbró en el factor subjetivo, algo fundamental para el cambio revolucionario, que se asume con la práctica consciente y organizada de las masas populares.

Fidel demostró que el hombre no es la clase y llevó adelante una revolución para los humildes y por los humildes. Además se opuso a las teorías del fatalismo geográfico y construyó una Revolución muy radical que declaró su carácter socialista para desatar un proceso cultural y profundo. El liderazgo de Fidel Castro llegó a transformar el protagonismo del pueblo, comentó el intelectual cubano.

Significó que construir un gobierno que no tuviera la intromisión de Estados Unidos en las decisiones internas es otro de las victorias alcanzadas por la Revolución e indicó que los principios nunca fueron parte de las negociaciones con Estados Unidos.

Resaltó que Fidel derribó los muros de lo imposible e hizo posible que el adversario tuviera que reconocer  lo desacertado de sus enfoques injerencistas ejecutados desde la Casa Blanca y concluyó con la frase: «Los locos somos fuertes».

Mientras el historiador René González Barrio, Presidente del Instituto de Historia de Cuba, hizo un recorrido histórico por las luchas emancipadoras de Cuba desde el siglo XIX y cómo siempre ha sido una pretensión de Estados Unidos apoderarse de esta Isla.

El presidente de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba Miguel Barnet, hizo anécdotas de los momentos vividos junto al mandatario de la mayor Isla del Caribe, principalmente cuando recibió una llamada de él a las tres de la madrugada y no se atrevió a decirle que estaba durmiendo al imaginarse que Fidel estaba trabajando.

Lo describió como un hombre de una gran sensibilidad, con una visión de futuro extraordinaria que nos enseñó a ser antimperialista y a ser marxistas, siguiendo el legado proporcionada por la práctica política del pueblo. «Nadie ha luchado más contra el capitalismo y el  neoliberalismo que Fidel Castro».

Agregó: «Fidel nos enseñó que la verdad siempre será revolucionaria, por eso debemos combatir las mentiras de las redes sociales», convocó el escritor cubano y lo nombró como el gran cimarrón de la contemporaneidad.

La vigencia estará expresada cuando cada cubano refrende la Carta Magna el próximo 24 de febrero, porque es sido un documento de avanzada que defiende los derechos humanos y se opone a todo tipo de discriminación.

En los debates del panel estuvieron presentes Victor Gaute, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba; Alpidio Alonso, Ministro de Cultura y Oscar López Rivera, patriota independentista de Puerto Rico. Allí también se presentó la revista Cuba Socialista por su director Enrique Ubieta.

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Paginas web que comunican e informan al trabajador. Marketing Sindical. www.monagrillo.net

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