La llamada crisis humanitaria. Matriz de intervención del Imperialismo en la Post guerra fría. Teatro de operaciones Venezuela.

Ciertamente. Crisis e Intervención Humanitaria es la más reciente adaptación del Imperialismo al reto que significa la heróica lucha de independencia de la Revolución Venezolana y su resistencia al colosal despliegue de agresión integral por intentar derrocarla hasta ahora sin éxito. La invocación a la injerencia extranjera seudo-humanitaria es la matriz en uso por los poderes capitalistas ante el fracaso de la línea golpista de la derecha venezolana y del plan por desatar una guerra civil procurando infructuosamente transpolar los libretos de Ucrania, Libia y Siria, haciendo una mezcolanza de tres contextos diferentes de injerencia imperialista para imponerlo al escenario venezolano poseedor de sus propias características culturales y políticas y de marco regional de crisis. Y la factibilidad de la matriz humanitaria como argumento de invasión bajo mantos jurídicos tampoco está servida a su antojo pues depende de la correlación de fuerza del Consejo de Seguridad, lo cual hace una diferencia con el entorno de fuerzas hegemónicas de otros momentos de Post Guerra Fría, como las intervenciones a Somalia y Yugoslavia en los 90 del siglo pasado. Ha cambiado perceptiblemente el balance de fuerzas en el mundo y en las propias estructuras tradicionales de aparato regional del imperio como la OEA a la luz de la lucha de los pueblos y la emergencia de los gobiernos progresistas en el Sur de América, junto a la defensa irrestricta del modelo socialista por Cuba. La resistencia del Donbass en Ucrania del este y la derrota (no exenta de sacrificios enormes) de la agresión terrorista mercenaria financiada por la OTAN y los reinos pro imperialistas del Golfo en Siria, ante la articulación del Eje de la Resistencia Antimperialista formado por Irán, gobierno y patriotas sirios, Iraq, Hezbollah en Líbano y el papel vital de Rusia; junto al ascenso de China a potencia mundial de primer orden y el desafío norcoreano; son factores geoestratégicos de orden político-militar y económico que han desarrollado una inflexión en curso en la correlación de fuerzas y la lucha de clases mundial. Venezuela es un desafío que puede agudizar la implosión del imperio y el coloso lo sabe. Queda al imperialismo como representación de su naturaleza opresora chantajear al mundo con el peligro nuclear como esfuerzo desesperado por afirmar su dominio en declive en el siglo 21. Corresponderá al pueblo norteamericano jugar un papel en la derrota de los fascistas de distintos colores partidarios y detener a las fuerzas de la guerra mundial y del odio. La bestia herida en sus intereses y en su orgullo globales intenta por todos los medios posibles de asfixiar la experiencia de transformación social del proceso bolivariano y su apuesta por el multilateralismo y el socialismo en la historia mundial. Y en ese proyecto Venezuela Bolivariana no está ni estará sola. Nos tiene a los pueblos organizados y conscientes del orbe.

por Jorge Gonzales MJP
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