Los pueblos en sus luchas históricas son encomiables en la defensa de sus territorios y protección de los recursos naturales de su población, para ello han reservado como fundamento de esa lucha, la Soberanía Nacional, por ser la quinta esencia de los pueblos no se regala, mucho menos se entrega al mejor postor ni se vende, hacerlo es traicionar los sacrificios de los que lucharon por liberarla.
Nuestro pueblo ha sido vertical en sus principios de lucha, sólo los apátridas, los traidores y los mercaderes son los que no creen en la soberanía, porque la ven como una mercancía, a ellos sólo les preocupa satisfacer sus avaricias, sus negocios, por el dinero incluso están dispuestos a vender su alma diablo.
Estos personajes que lamentablemente por la ignorancia cívica de nuestro pueblo, logran llegar a administrar la cosa pública y valiéndose de ello, hacen el gran negocio en detrimento de nuestra soberanía, prueba de ellos son los nefastos acuerdos “Salas-Becker, el CMA, las instalaciones de radares al servicio del Comando Sur”.
Sumémosles la intromisión arrogante del presidente dé los EE.UU Donald Trump, cuestionando la decisión soberana de nuestro país en romper relaciones con Taiwán e inmediatamente establecer relaciones diplomáticas con la República Popular de China. Ante todo estos hechos, las autoridades panameñas han sido complacientes, genuflexas y sumisas, como el súbdito que se arrodilla ante su amo.
Por tanto, no es casual la visita del Secretario de Estado de los EE.UU, Mike Pompeo al suelo patrio; viene con una agenda bien precisa para que el gobierno de Juan Carlos Varela la siga paso a paso, de cara a la situación política a que están sometidas la República Bolivariana de Venezuela y Nicaragua, así como el efecto de China en el concierto de las relaciones geopolíticas en Latinoamérica.
Observamos que una vez más se viola la Soberanía Nacional, seguimos bajo la “ley del mazo y la zanahoria”, las amenazas están a flor de piel, sometiendo los gobiernos títeres a los dictámenes de coloso del norte, el imperialismo norteamericano.
Para la Central Nacional de Trabajadores de Panamá, es sumamente preocupante la situación que estamos padeciendo, se ha perdido el discurso nacionalista patriótico, y ello se debe en gran medida al despojo de nuestra cultura cívica e histórica a que se prestado el sistema educativo panameño.
La juventud hoy día la inducen a la cultura del negocio, a ser emprendedores con la utopía de enriquecerse, pero no les enseñan el amor por la patria, a los valores cívicos, les impiden a que se organicen en Asociaciones Estudiantiles para fomentar el debate y al pensamiento crítico, con el propósito vil de someterlos y seguir entregándolos a los intereses del imperialismo norteamericano.
Pero la esperanza no está perdida, porque los pueblos por naturaleza luchan y nuestra organización obrera seguirá en el combate frontal en todos los terrenos por nuestra soberanía, la independencia y la liberación nacional, jamás arriaremos la bandera de lucha por nuestra Soberanía Nacional no claudicaremos en nuestros principios revolucionarios, internacionalistas y patrióticos.
¡Venceremos!
Panamá, 19 de octubre de 2018
