Homenaje a CARLOS JERÓNIMO NÚÑEZ LÓPEZ

Por: Olimpo A. Sáez M.
opinion@laestrella.com.pa
Viernes 29 de julio de 2016.
Nació en el barrio de Santa Ana, en el arrabal santanero, el 24 de julio de 1939 y cayó en combate el 17 del presente mes a los 77 años. Vividos, sufridos y con pocas alegrías.
Su padre, Emérito Núñez, fue un pionero de la radio panameña con Radio Tembleque. Su madre, Jaraminta López, maestra de escuela.
Sus estudios primarios en las escuelas del barrio santanero. La secundaria en el Instituto Nacional de donde fue expulsado por su militancia estudiantil y donde hoy lo acoge como su exalumno la rectora Roxana Casanova en esta Capilla Ardiente y en el Instituto Istmeño, donde termina su bachillerato.
Institutor inquieto, participa en la reorganización de la Federación de Estudiantes de Panamá en 1957. Para 1958 es el secretario general de la Asociación Federada del Instituto Nacional (AFIN).
El 16 de mayo de 1958 lanza la consigna de salir a las calles a pedir ‘más escuelas menos cantinas ‘. La solicitud de audiencia en la Presidencia es desoída. El 19 de mayo de 1958 volverán la AFIN y los institutores a las calles, pero acompañados por los estudiantes del Artes y Oficios y el Liceo de Señoritas. Se repetirá la consigna ‘más escuelas menos cantinas ‘. La represión contra la manifestación estudiantil provoca su primer mártir en el artesano de 16 años José Manuel Araúz. La consigna entonces se convertirá en ‘más escuelas menos cuarteles ‘.
Carlos Jerónimo Núñez López , líder indiscutible de aquella jornada, organiza la resistencia estudiantil y el Instituto será sitiado. Se inicia el holocausto popular. La Universidad de Panamá se unirá a la protesta. El pueblo apoyará el llamado a la huelga general. La Universidad será sitiada. La represión bañará de sangre la protesta. Y terminará con el Pacto de la Colina. El dirigente Carlos Jerónimo Núñez López será detenido.
Para 1959 con el CABILDAZO, CON EL TUTE y con LA MARCHA DEL HAMBRE allí estará presente, sin bulla, sin aspavientos, sin mesianismos.
Entra a la Universidad de Panamá de la cual también fue expulsado por su militancia política, para ser acogido en una Universidad de Moscú, donde estudiará Historia y Ciencias Políticas años después.
Revolucionario convencido, va a las bananeras a organizar el movimiento sindical.
Para la jornada Gloriosa de Enero de 1964, lo encontraremos armado con un revólver en la 4 de Julio, hoy avenida de los Mártires.
En febrero estará presente en el Congreso Nacional por la Soberanía.
En 1967 en contra de los tratados tres en uno.
En 1968, luego del Golpe del 11 de octubre, Carlos Jerónimo Núñez López volverá a la cárcel por un año. Cuando sale de la celda, lo mandan al exilio, al destierro, a comer el pan amargo , como decía el héroe de Ayacucho, Tomás Herrera, en su exilio en Ecuador.
Regresará a Panamá y abrazará la estrategia de la izquierda panameña, apoyar al proceso torrijista para descolonizar la 5ta. Frontera. Junto a los periódicos de Epasa, que eran de la Guardia Nacional, lanzó su artillería contra los enemigos del proceso octubrino, que eran los enemigos de la estrategia descolonizadora, según los teóricos del momento. Allí lo encontraremos el 20 de Diciembre de 1989, defendiendo con Rubén Darío Murgas Radio Libertad , la voz de la FFDD.
Volverá al exilio y comerá el pan amargo.
Cuando regresa, seguirá con sus ideales a cuestas. Moviliza su periodismo de a pie. Es corresponsal aquí, allá y acullá. Escribe para periódicos y revistas y habla en las ondas que su padre impulsó cuando la radio era monopolio de la Zona del Canal.
Vuelve y trabaja con el sindicalismo, la CGTP le abre las puertas con Mariano Mena ayer y con Nelva Reyes hoy, milita sin descanso en el Sindicato de Periodista de Panamá. Se sigue empapando con las causas populares. Hoy lo vemos en las manifestaciones de la Ciudad Capital, aconseja de oídas, y mañana dictará charlas en Colón, Chiriquí, La Chorrera, Santiago, Chitré, Penonomé con sus viejos camaradas.
Es protestatario con los originarios que defienden sus tierras y con los campesinos a quienes les roban las aguas. Su militancia ideológica lo lleva a ser solidario con Bolivia, con Ecuador, con Nicaragua, con Cuba y con la Venezuela de Chávez.
Carlos Jerónimo está en todas partes, con su ejemplo franciscano, con su militancia nacionalista y popular, con su pobreza, que no lo desanima; ni se queja ni reprocha su existencia. La vive a su manera, como diría Frank Sinatra.
Tuvo la oportunidad de ver algo de sus sueños e ilusiones en la transición canalera con la administración panameña del Canal de Panamá, con la salida de las bases militares y la Ampliación del Canal de Panamá. Al igual que el pueblo panameño, no comerá de las Mieles del Canal. Sus amigos de trinchera Britton, Santos Blanco, Cantillo y Polidoro no vieron el Canal panameño.
Carlos Jerónimo, ya no visitará al Instituto de su adolescencia aguerrida. Tampoco lo veremos por el Coca Cola, su trinchera revolucionaria santanera. Las bibliotecas Eusebio A. Morales, Ernesto Castillero y la Simón Bolívar, no escucharán sus pasos ni el pasar de páginas escudriñando la historia patria. Las tertulias políticas con sus amigos, se tendrán que hacer sin él, solo con el recuerdo de su amabilidad, de su amistad, de sus ideas. En el otro palenque político del Trapiche en la vía Argentina, faltará la asesoría para la Revista Los Panameños , para el programa radial de Fenasep con Alfredo Berrocal y sus compañeros. Toti Velásquez, el institutor y periodista, lo mismo que los jubilados, entre ellos Manolín Pérez, no lo encontrarán en esas mesas.
Álvaro Menéndez Franco y Jorge Laguna Navas, poetas y escritores, sentirán la ausencia de sus palabras y a TODOS SUS CAMARADAS, SUS COMPAÑEROS, SUS HERMANOS Y SUS AMIGOS, nos faltará el soñador, el idealista, el revolucionario que se negó a aceptar las crudas realidades nacionales e internacionales de estos tiempos.
Aquí se quedarán su viuda Clementina, sus hijos Yovanka y Carlos Jerónimo, sus dos nietos, su hermana, sus sobrinos y sus primos, recibiendo de los amigos de su padre, abuelo, tío y primo, el recuerdo de sus sueños, de sus proclamas revolucionarias, de su lento caminar de ayer y de su sonrisa sin rencores…
VETE EN PAZ…
*PALABRAS EN LA CAPILLA ARDIENTE DEL INSTITUTO NACIONAL. CIUDAD DE PANAMÁ, JUEVES 21 DE JULIO DE 2016.
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‘… nos faltará… el idealista, el revolucionario que se negó a aceptar las crudas realidades nacionales e internacionales de estos tiempos…’

carlos nuñez

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