El poder empieza a retroceder: contra Macron, movilización general!

El martes día, 4 de diciembre, el primer ministro Édouard Philippe dijo, sobre el
movimiento de los “Gilets jaunes” (chalecos amarillos): "Hay que ser sordo o
ciego quien no quiera ver o oir esa ira. Yo la escucho y me doy cuenta de su
realidad, de su fuerza y su gravedad. Lo de proponer una "moratoria" de seis
meses sobre el aumento de las tasas del combustible y los procedimientos de la
inspección técnica, así como el congelamiento de los aumentos en los precios
del gas y de la electricidad. Es eso todo? Obviamente, Édouard Philippe y
Emmanuel Macron no entendieron nada …

La ira que ha sido expresada por varias semanas alrededor del movimiento de
“los chalecos amarillos” es muy profunda. El precio del combustible fue sólo una
gota de agua, dentro de una política y de su totalidad que está en cuestión:
siempre mucho más para los ricos, y siempre mucho menos para los más
pobres; el aumento de las desigualdades socio-territoriales; la arrogancia y la
condescendencia frente a frente a las clases populares.

Crisis política
Estos anuncios son un retroceso, muy parcial, pero un retroceso lo que
contrasta con la inflexibilidad exhibida desde la llegada al poder de Macron. La
del día 1 de Diciembre marcó un punto de partida, profundizando la situación de
la crisis en la que se encuentra la “Macronia” hace meses: caso Benalla, la
dimisión de Hulot de Collomb, dificultades para componer un nuevo gobierno …
Con una base social constantemente disminuyendo desde que Macron fue mal
elegido presidente, el grupo de start-upers tiene muy poco espacio para
maniobrar y, delante de una movilización popular sin precedentes, muestra
señales de pánico.
En el último sábado, en la tarde del último día de movilización en todo el
territorio, los ministros y diputados del LREM no pudieron hacer nada sino
mostrar su solidaridad con la policía y la indignación enfrente de la “violencia”.
Es deplorable la ausencia de “representantes” con quien dialogar, un subrefúgio
grosero para no discutir concretamente las exigencias del movimiento. Una
agresividad y un desprecio por los manifestantes y por sus sus apoyadores,
que no iludiran a nadie: las encuestas de opinión confirman la continúa
popularidad del movimiento.

Este es el momento!
Ante esa situación la salida del gobierno no es de continuar o de ampliar los
violentos enfrentamientos de los últimos días en contra de los manifestantes.
Una extensión de la movilización puede forzarlo a retroceder para siempre.
Numerosas iniciativas locales mostraron que es posible construir convergencias
entre los “chalecos amarillos” y sectores significativos del movimiento obrero y de
los movimientos sociales, impulsados por la misma exasperación delante de
una política al servicio de los más ricos, un desprecio de las clases trabajadoras,
y sus reivindicaciones, y por un rechazo a los posibles ataques que vendrán.

Las movilizaciones que se están desarrollando en las escuelas secundarias indican
que otros sectores están prontos para entrar en la batalla.
La movilización del sábado, día 8 de diciembre, es la próxima etapa de la batalla:
“chalecos amarillos” , asociaciones, sindicales y políticas, ecologistas
convencidos de una articulación esencial entre las demandas sociales y las
ecológicas, deben de estar juntos. El NPA llama a los trabajadores y
trabajadoras, a la juventud, y a toda la población para movilizarse el próximo
sábado, para unir todas las convergencias para que se expresen en una gran
manifestación y rechazar la política de Macron y de su gobierno. Ellos están
comenzando a retroceder estamos en la hora de, manifestarnos, de bloquear la
economia, incluso por la huelga general, todos y juntos!

Hablemos de… Marketing Sindical www.monagrillo.net

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