Todo indica que la condena aplicada por el juez Sergio Moro al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, va dirigida contra el proyecto de convertir a Brasil en una nación independiente de Estados Unidos y con proyección propia en el escenario regional y global de unidad latinoamericana.
El fallo del juez Sergio Moro es una condena política, que curioso? que este es juez aparece en fotografías sonriendo junto a Aécio Neves representante del sector empresarial y de la derecha conservadora seriamente implicado en la causa Lava Jato y al tambaleante Michel Temer quien en estos días pudiera ser reemplazado por su denuncias en actos de corrupción.
Toda esta patraña busca como objetivo a que Lula no compita (o lo haga seriamente condicionado) en las elecciones presidenciales del 2018. El expresidente Lula no solo encabeza las encuestas de intención de voto rumbo al año 2018, sino que los sondeos lo muestran como mejor valorado de la historia de su país.
La condena a Lula, además de ser política, envía un mensaje del establishment al conjunto de los líderes sociales y populares de la región latinoamericana y del caribe, que a pesar de las corporaciones mediáticas judiciales y financieras en sus contra, sigue encabezando encuestas y ganando adeptos y confianzas en sus proyectos sociales y económicos con rectitud contra la corrupción y la impunidad.
Para la Central Nacional de Trabajadores de Panamá, lo que está ocurriendo en Brasil no es más que un laboratorio de la derecha conservadora regional, por revertir los profundos ajustes sociales y de ampliación de derechos, logrado por Lula y el Partido de los Trabajadores, ahora el gobierno de Temer ha recortado la inversión social, principalmente en salud, educación, pensiones, viviendas para las próximas dos décadas y acaban de aprobar en el Senado una reforma laboral profundamente regresiva, anti sindical, porque libera el pago de las cuotas sindical y lo deja a voluntad del trabajador.
Debemos estar consciente y en estado de alerta, que la derecha brasileña y latinoamericana persigue con todo este tramado intentar la “restauración conservadora” y revertir todo lo logrado por los gobiernos progresistas.
Nuestra Central, considera que esta persecución a Lula es una clara advertencia para Argentina y Paraguay en la que Cristina Fernández de Kirchner y Fernando Lugo, respectivamente, se empinan actualmente con éxitos y con mucho empuje en sus actividades políticas-electorales, en la que se busca restablecer el proyecto social progresista con amplia participación ciudadana.
Panamá, 14 de julio de 2017
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