Editorial N° 27. La Democracia.

A la Democracia, los poderes fácticos la mencionan e invocan, cuando sus intereses se ven amenazados indistintamente si es funcional o no.

En nuestro país, por mandato constitucional funciona la democracia liberal representativa. Es una forma y un método de garantizar la gobernabilidad burguesa, este tipo de democracia ha estado latente en el desarrollo de la República con sus altas y bajas. Podemos rescatar que durante el proceso revolucionario torrijista, se avanzó y se profundizó la democracia liberal representativa hacia algunos rasgos de democracia participativa.

La democracia se define como una forma de gobierno del Estado, donde se supone que el poder es ejercido por el pueblo, Sin embargo, la democracia participativa es un sistema de organización política que otorga a los ciudadanos, una mayor capacidad, más directa y activa de intervención e influencia en la toma de decisiones de carácter público, donde el pueblo tiene un rol mucho más protagónico.

Ahora bien, el dilema es que la actual democracia liberal representativa se ha resquebrajado, ha perdido autoridad, por tanto, el pueblo se presta a reemplazarla con una Constituyente originaria, la cual debe ser soberana, deliberativa y pluralista. Y es que el pueblo se siente frustrado del orden imperante anárquico, dado que la clase burguesa que detenta el poder, ya no cuenta con la fuerza suficiente para garantizarlo mucho menos capacidad para sostenerlo.

Ante una situación como está urge la necesidad histórica de un cambio social por vía pacífica.

La Central Nacional de Trabajadores de Panamá (CNTP), se posesiona en reconocer el debilitamiento paulatino de democracia liberal representativa, incapaz de resolver los graves problemas nacionales del país, está forma de democracia impuesta tras la invasión militar en 1989, que restituyó a la familia oligárquica en el poder, ha colapsado y fracasado.

Por lo tanto, urge encaminarnos hacia una nueva forma superior de democracia, la participativa, garante de cohesionar los intereses nacionales hacia un objetivo y una visión común de país. Una democracia en la que todos podamos disfrutar y vivir de la riqueza que todos
producimos, donde podamos contar con un sólido sistema de salud publica, educación, seguridad pública, seguridad y soberanía alimentaria, con empleos y salarios dignos, que invirtamos mucho más en la investigación como en el talento innovador, en la capacitación técnica profesional, invirtamos en el desarrollo de la agro industria, la manufactura, en fin, invirtamos para el logro de un desarrollo humano sostenible del país.

Panamá, 10 de agosto de 2018

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