La actual coyuntura que vive el país, pone en vilo a los sectores que propugnan por cambios estructurales urgentes en materia económica, política, social y cultural, que conllevaría estrictamente a re-diseñar una nueva Constitución que permitiría re-fundar el Estado panameño.
Son tantos los problemas convertidos en crisis, que pareciera ser, que los que nos gobiernan han perdido la capacidad de solución y los gobernados nos anclamos mirando el árbol perdiendo el inmenso bosque, nos quedamos en solitario, sin alternativa común y sin propugnar los cambios estructurales que necesita el país. Sin embargo, el camino se encuentra pavimentado de problemas-crisis que ofertan oportunidades a las fuerzas progresistas y revolucionarias para promover el proyecto alternativo al modelo neoliberal que deberá ser validado por la sociedad.
La Central Nacional de Trabajadores de Panamá (CNTP), camina por la senda de la unidad y la solidaridad, por ello, nos sentimos comprometidos con la justa causa que libran los colonenses bajo la dirección del Frente Amplio de Salvación de Colón e igual de solidario con la lucha que están escenificando los trabajadores de la empresa transnacional Minera Panamá e igualmente por los trabajadores de la Construcción, estas luchas buscan garantizar mejores y más derechos, salarios justo y dignos y condiciones de trabajo favorables.
Continuamos nuestra lucha solidaria e inclaudicable por la libertad de Luiz Inácio Lula da Silva, ex-presidente de Brasil, por el heroico pueblo Palestino que lucha por su libertad y la recuperación de su territorio que forma parte de su propio Estado, por la defensa de la autodeterminación de la revolución de la República Bolivariana de Venezuela, con el pueblo Sirio que resiste la embestida terrorista de Donald Trump y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), por el pueblo Cubano que levanta su voz contra el injusto e inmoral bloqueo económico, financiero y comercial.
La Central Nacional de Trabajadores está indignada, ya que, la constitución Política en su título 12, artículo 305 señala que la República de Panamá no tendrá ejército. Como se puede entender que el presidente Varela permita la invasión disimulada de tropas del ejército norteamericanos en nuestro territorio con la excusa de la construcción de caminos y otras cosas más.
El pueblo ofrendo su sangre y el General Torrijos eliminó la quinta frontera y no es posible que nuevamente los Bunau Varilla entreguen al país. No se lo permitiremos.
Fuera el ejército imperialista de nuestro territorio, aquí solo habrá una sola bandera, la Panameña. Nuestra fortaleza descansa en la fuerza moral de la Unidad y la Solidaridad, así como en la organización sindical y popular, para el combate progresista y revolucionario.
Panamá, 13 de abril de 2018.
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