Dirigente nacional del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), el economista João Pedro Stédile, está en la línea de frente por la liberación del ex-presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Él prevé que, si impidieran la candidatura de Lula, la crisis política se va a tornar más aguda. ‘‘Nadie sabe que va a pasar’’, advierte. En este cuadro, Stédile apunta a una salida más allá de la elección: ‘‘Nosotros, desde los movimientos populares, somos defensores de una
Asamblea Constituyente’’.
Usted cree que la candidatura del ex presidente Lula toda es viable?
La candidatura de Lula no es viable, es necesaria. Lula se transformó en el símbolo de la clase trabajadora, en la única puerta de salida que tenemos para enfrentar la grave crisis económica, social, ambiental y política que Brasil está viviendo. Lula es el único que junta esas fuerzas populares, y que con su victoria, puede provocar un clima de debate de un nuevo proyecto para el país, para solucionar los graves problemas que tenemos como nación, como pueblo y como clase trabajadora. Ningún otro conseguiría esto en el corto plazo. Por eso si la burguesía, a través de sus caza recompensas, que hoy es el Poder Judicial, impidiera su candidatura, estaría cometiendo un crimen de ‘‘lesa patria’’, porque van a agudizar todavía más esa crisis por próximos cuatro años, y nadie sabe las consecuencias.
Otros candidatos de izquierda, como Ciro Gomes, Manuela D’Avila, o Guilherme Boulos, no podría cumplir ese papel?
Tenemos varios candidatos, como esos citados, que tiene personalidad, son de izquierda, son nacionalistas, pero no estamos juzgando a las personas, ni sus propósitos. Tenemos que considerar quien nuclea la fuerza popular, y ninguno de ellos, por su historia y por el comportamiento de las masas, logra esa síntesis. Por esto Lula es más que el PT, es más que de
la izquierda. Lula logro una simbiosis con la clase trabajadora, con los más pobres de Brasil. Pero depositar toda esa responsabilidad en un nombre, una persona, no significa una cierta contradicción con ese trabajo de organización de las masas?
No, porque esa simbología política es parte de psicología social en la que el pueblo cree. Ahora en el campo de la política, de la organización del pueblo, ahí sí de hecho no es suficiente la elección de Lula. Desde los sectores organizaciones de la clase, seriamos contradictorios si solo pusiéramos nuestras energías en las elecciones. La elección abre una puerta y nuestras energías tienen que enfocar en organizar al pueblo. Por eso, en el Frente Brasil Popular, que
reúne 88 movimientos y partidos, estamos multiplicando en todo el país, una metodología de trabajo de base y organización popular, que estamos llamando Congreso del Pueblo; una forma de llegar y conversar con el pueblo. Aprendimos con los evangélicos. La asamblea se resume en una pregunta: ‘‘Quien es responsable por la crisis?’’
Lula no será responsable por una parte de la crisis? Usted mismo señaló que él pactó con la burguesía y las oligarquías.
Sabemos que fue un gobierno de conciliación, pero tengo que reconocer que aquel momento quedó por debajo de nuestras expectativas. Precisamos una reforma política de fondo. Nosotros, desde los movimientos populares, somos defensores de una Asamblea Constituyente.
Que piensa Lula al respecto?
Hasta ahora se mostraba reacio. Decía que si se convocara a una Constituyente gana la derecha. Pero nosotros contra argumentamos: convocar a una Asamblea Constituyente, dentro de algunos parámetros, sin financiamiento de campañas, garantizando candidaturas democráticas. Solamente eso generara la ebullición política. Y en la última visita que hice a
Lula, el jueves pasado, lo escuché por primera vez de él: ‘‘Compañero Stédile, la política está podrida. Estoy convencido. Nosotros, ganando las elecciones, tenemos que convocar una Asamblea Constituyente en el primer año’’. Le respondí que eso era muy serio y si podía hacerlo público. Y el: ‘‘Todo lo que usted escuchó de mi puede hacerlo público’’. Ese es un
capitulo urgente.
Cuál es su balance sobre la experiencia del presupuesto participativo?
El presupuesto participativo envolvía a millones de personas en el debate, fue importante como experiencia de ciudadanía, pero influía sobre el 3% del presupuesto, porque el 97% restante ya estaba comprometido con los bancos y la agenda vencimientos. Fue una gran experiencia, pero precisamos una reforma política de fondo. Cuál es el concepto actual de burguesía? Son los grandes capitalistas? Eso mismo, los grandes capitalistas. Los bancos pueden definir una elección. Quien manda hoy en el mundo son los bancos. Y ellos operan por fuera de los estados. Entonces, en las próximas décadas llegara la necesidad de construir otro Estado, que no sabemos todavía cómo va a ser.
Y eso sucederá por el voto?
Sí, no necesariamente con elecciones cada cuatro años, pero si a través de la movilización popular. A través de la participación activa de los movimientos populares. La democracia no se puede resumir al voto.
