La decisión del Supremo Tribunal Federal de negar Habeas Corpus al expresidente Lula, consumada en la madrugada del jueves (5) es un capítulo más del golpe de Estado deflagrado en 2016 que ha conducido Michel Temer a la Presidencia y dio curso a un proceso de restauración neoliberal que ofende profundamente los intereses de la nación, la democracia y los derechos y conquistas de la clase obrera. Al final de la tarde del mismo día el juez Sergio Moro decretó su prisión.
Las clases dominantes (grandes capitalistas nacionales y extranjeros) no quieren Lula en la disputa de octubre, una vez que todas las encuestas apuntan que el mayor líder popular de la historia de Brasil seria nuevamente electo presidente, probablemente ya en primer turno. Esa es la voluntad de la mayoría del pueblo brasileño. La victoria de Lula significaría la interrupción del retroceso neoliberal y la frustración de los objetivos golpistas. Por eso, él ya fue injustamente condenado por el juez Sergio Moro en 1ª instancia, tubo la sentencia confirmada, bien como la condena ampliada, en segunda instancia por el Tribunal Regional Federal de la 4ª Región (TRF4) y, por fin, la prisión decretada.
La apretada decisión del STF (6 votos a 5) fue precedida por una fuerte presión de la media burguesa, sectores del Judiciario y por inaceptables amenazas militares de retorno a un pasado sombrío. Es una sentencia injusta, que abrió camino a la prisión política del líder petista, estimula la ola de odio y intolerancia y afronta el principio constitucional de presunción de inocencia, conforme argumentaran los ministros que votaran a favor de la concesión del Habeas Corpus.
La CTB lamenta y repudia la decisión del STF y manifiesta su total solidaridad al expresidente Lula, hoy en la inminencia de tornarse un preso político. Reitera, al mismo tiempo, el compromiso de continuar luchando en defensa de la democracia, de la soberanía y de los derechos sociales, del derecho de Lula ser candidato y contra su prisión. Lucha que los sindicalistas clasistas conducen en alianza con las demás centrales y las más amplias fuerzas democráticas y progresistas con el objetivo de impedir el retroceso y contribuir para la elección en octubre de candidatos ligados al pueblo y a los intereses mayores de la clase obrera y de la nación.
São Paulo, 5 de abril de 2018
Adilson Araújo, presidente de la CTB (Central de Trabajadores y Trabajadoras de Brasil)
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