8 de marzo 2016 Islandia

En 1975, en Reikiavik (Islandia) se concentraron unas 25.000 mujeres para reclamar sus derechos. Macromanifestación: la población era entonces de 220.000 habitantes. En 2016, las islandesas volvieron a las calles contra la brecha salarial. Maestras, enfermeras, profesoras, profesionales, empleadas de comercio y fábricas salieron de su trabajo a las 14.38 horas. Es decir, ese día trabajaron un 14% menos de lo que estaba estipulado. ¡Gracias, fabricantes de colchones, por mostrarnos la realidad española! ¿Por qué? Porque en 2016 las mujeres reciben un salario un 14% menor que el de sus compañeros. Sin embargo, Islandia es el país en el que menos ‘brecha salarial de género’ existe. Es decir, el país del mundo en el que el sueldo de las mujeres se parece más al de los hombres. En España la brecha se sitúa entre el 23% y el 25%. Diez puntos más alta. Una fábrica de colchones española ha lanzado una campaña. La marca afirma que para diseñar el spot se ha basado en los datos de su “estudio sobre los hábitos de descanso de los españoles”. Y que ha hecho un sondeo. Entrevistando a más de 1.200 hombres y mujeres en toda la geografía española. Después, lanzan el siguiente anuncio: Vemos a un ejecutivo que llega a su casa. La mujer le abre la puerta. Él ni la besa. El niño está jugando. Él salta por encima. Va directamente a dormir. Voz en off. “Camitis: Reacción al deseo incontrolable que se produce al volver a casa después de una dura jornada de trabajo y querer, y solo querer, descansar como un guerrero”. (Y pasar olímpicamente de tu familia, añado yo). La marca de colchones quiere mostrar la realidad española. Y la muestra: Muestra que en España la conciliación laboral no existe. Que tenemos jornadas de locos, con dos horas de pausa para comer, que no existen en ningún otro país de la UE. Donde el horario laboral es de nueve a cinco. Si no luchamos por nuestros derechos, ¿quién lo va a hacer por nosotras? Muestra que una de cada cuatro mujeres en España no trabaja. Ocupamos el puesto 24 en la clasificación de niveles de ocupación femenina. Estamos por encima de Grecia, Italia, Malta y Croacia. Países, bien sabido por todas, preclaro ejemplo de virtudes precisamente en lo que a corrupción y a bienestar social se refiere. Un dato para la reflexión. Participación de las mujeres en la fuerza laboral: Islandia, 82%; España, 67%. Muestra que en España los hombres no colaboran en las tareas domésticas. La colada es aún tarea de mujeres en el 60% de los hogares. En España, los hombres dedican a las tareas domésticas menos de una hora diaria. Las mujeres, cuatro. Muestra que los hombres españoles no cuidan de sus hijos. En España, solo un 1,8% de los hombres que trabajan han solicitado el permiso de paternidad al que tienen derecho. En 2010 solicitaron una excedencia no remunerada para cuidar a sus hijos un 3,3% de hombres y el 22,5% de las mujeres. ¡Gracias, fabricantes de colchones, por mostrarnos la realidad española! ¿Y cuánta culpa no tenemos las mujeres de esta realidad? Si no aprendemos de las islandesas, si no nos unimos, esta realidad no va a cambiar. Porque nosotras somos la única mayoría oprimida. Si no luchamos por nuestros derechos, ¿quién lo va a hacer? Hay muchas mujeres machistas, las hay. De la misma manera que muchos esclavos negros no querían abandonar la plantación. Por miedo. Miedo a la libertad. Hasta 35 países se han unido, por el momento, al paro internacional de mujeres el próximo 8 de marzo. Entre ellos, el nuestro. Seas hombre o mujer, te animo a unirte también. Pero, como dijo María Zambrano, es preferible una libertad peligrosa a una servidumbre tranquila.

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