En el día de ayer el compañero Víctor Torres en representación de la delegación de trabajadores de Panamá y ex secretario general de Convergencia sindical, denuncio ante el pleno de la OIT al gobierno de Ricardo Martinelli por los abusos, amenazas, persecuciones y violencia que sean vividos durante su mandato.
También señalo que el Ministerio de Trabajo, continúa su política de negación de personerías jurídicas de nuevas organizaciones, facilitando al empleador despedir a la totalidad de los trabajadores que pretenden formar un sindicato, también enfatizo que la taza de afiliación sindical es cada vez más baja y el números de convenios colectivos, se reduce cada año.
Torres, manifestó que las graves limitantes a la libertad sindical permiten que las transnacionales incumplan acuerdos como escalas salariales y se nieguen a negociar pliegos de peticiones e infrinjan normas de salud y seguridad laboral, lo cual ha provocado muertos de obreros de la construcción, como en los proyectos de ampliación del canal, proyectos hidroeléctricos de bajo caizán, provincia de Chiriquí propiedad de Carlos Slim, donde se han producidos 11 muertos. Toda esta situación ocurre sin que el ministerio garantice los derechos de los trabajadores y fuesen cómplices de estas empresas.
A su vez manifestó en cuanto al derecho de sindicación, en donde no sea dado un solo paso encaminado a reconocerle ese derecho a los educadores, los trabajadores bancarios, la zona libre de colon y otros sectores públicos, en los cuales se argumenta falsa incompatibilidad del convenio 87 con la constitución política, dijo que, el gobierno panameño ha insistió en la persecución y coacción de dirigentes del sector público como lo demuestran los nuevo despidos injustificados de dirigentes de la Caja de Seguro Social, Correos y Telégrafos y de educadores, desoyendo así las recomendaciones de OIT.
Señalo que la limitación al ejercicio de la libertad sindical en panamá, aunque no tan grave como en Honduras, Colombia, México y Guatemala, reclama también su solidaridad, esperando que le pleno considere la difícil situación de Panamá y estos países hermanos, que afecta la paz social. Y que comprendan la inequidad de un país con un crecimiento económico sostenido del 7% ,que a la vez posee la quinta peor forma de distribución de la riqueza en el mundo.
Y finalizo diciendo nuestros deseos que estas deliberaciones contribuyan a construir un mundo más justo en materia laboral, porque aún creemos que otro mundo es posible.
