Por Olmedo Beluche
Los trabajadores y profesionales panameños debemos apoyar la huelga de Suntracs y desear su éxito. Si este sindicato logra mejores salarios para los obreros de la construcción el resto de los asalariados del país estarán en mejores condiciones para exigir aumentos justos de salario.
Aumento justo significa que el salario alcance para pagar todas las necesidades vitales del trabajador y su familia: comida, vivienda, educación, salud, transporte, vestido, incluso ocio.
Pero la capacidad de los salarios de satisfacer esas necesidades de los trabajadores y sus familias se ve constantemente deteriorada por factores como: el aumento de los precios (carestía), desempleo abierto o solapado (cuentapropismo) y alza de la productividad (producir más -plusvalía o ganancia- por igual o menor salario).
Si imaginamos la riqueza nacional producida cada año como un pastel o “cake”, o dicho de otro modo, el Producto Interno Bruto (PIB), tenemos que ésta se divide en la parte del dulce que le toca a los empresarios (plusvalía o ganancia, aunque no son lo mismo) y la parte que le toca a la clase trabajadora.
Como cualquiera persona inteligente sabe: los empresarios, siendo la minoría de la población, se llevan la tajada más grande del “cake”, mientras que la clase trabajadora, que es la mayoría de la población, se tiene que repartir (no igualitariamente) el pedacito que sobra.
En una reciente demanda ante la Corte Suprema de Justicia presentada por Juan Jované contra la Ley de Salario Mínimo, en vigencia en 2018, denunciaba que producto de la inflación y la explotación capitalista (agregamos nosotros), ha habido un deterioro constante del pedacito que le toca a los trabajadores por la vía de los salarios.
Mientras en el año 2000, sobre una base de 100, los salarios representaban el 38 % de la riqueza producida; pero en 2018, esa parte que le toca a todos los asalariados, no solo a los obreros de la construcción, y pese a las leyes de salarios mínimo, las convenciones colectivas y leyes “especiales”: había caído al 24%, es decir una reducción del 14% (La Estrella, 25/1/18).
Por esa razón se justifica que, en la negociación con la CAPAC, el Suntracs exija un ajuste equivalente al 15% de los salarios.
Según la cuentas de Saúl Méndez, el PIB del sector construcción representó el año pasado nada menos que 36,000,000,000 (mil millones) de balboas, de los cuales 5 mil millones corresponden a salarios y el resto va a mano de los capitalistas (La Prensa, 18/4/18).
Con crecimiento del PIB proyectado superior al 5%, que se ha sostenido en el tiempo en la última década y que seguirá así, la única explicación de que los especuladores inmobiliarios (banqueros y promotores, que imponen precios de las viviendas y las tasas de interés) no quieran dar un aumento justo, es la AVARICIA.
La avaricia es uno de los siete pecados capitales que caracterizan al sistema capitalista, valga la redundancia. Por eso, apoyamos la huelga de Suntracs y la huelga provincial de Colón.
Panamá, 18 de abril de 2018.
Paginas web que comunican e informan al trabajador. Marketing Sindical. www.monagrillo.net