Solo el Pueblo Salva al Pueblo…

juan jovaneComo es conocido por la ciudadanía, el ministro de Economía y Finanzas anunció la proyección oficial de acuerdo a la cual las reservas del programa solidario de pensiones de la CSS, conocido como sistema de beneficio definido, se agotarían en el 2024. Sin embargo, la forma en la que el ministro informó sobre el problema de las reservas de la CSS es a todas luces inadecuada, sesgada e interesada. La misma, además, está destinada a imponer una salida que favorezca los intereses del capital financiero dominante y de la clase política corrupta que ha gobernado y sigue gobernando al país.

Al ministro, para comenzar, se le olvidó precisar que la causa de esto es que la política que llevó a la creación de la Ley 51, hecho del cual el Partido Panameñista fue cómplice con pleno conocimiento, creó un nuevo sistema de pensiones basado en la idea de que no debe existir solidaridad entre las generaciones, esto es un sistema que se basa en lo fundamental en cuentas individuales, en el que hasta la solidaridad dentro de la misma generación juega un papel que no llega a ser siquiera marginal. Se trata de un sistema tan desigual que, por su lógica, condena a las mujeres a recibir una pensión por un monto inferior al de los hombres.

En estas condiciones la colusión PRD – Partido Panameñista, muy similar a la que ahora domina el país, definitivamente dejó a quienes quedaron en el sistema solidario sin ninguna generación de respaldo. Se trata, entonces, de un problema que no surgió del simple azar o de la falta de conocimiento de quienes lo diseñaron. Por el contrario se trata de una consecuencia que era fácil de predecir, la que en su momento se advirtió de manera explícita. ¿Por qué será que el ministro de Economía y Finanzas no hace una referencia completa a estos hechos históricos? ¿Será que el actual gobierno, con toda su retórica de preocupación social, comparte la idea de que las diversas generaciones no deben ser solidarias entre ellas?

La fecha en que la colusión PRD – Partido Panameñista de aquel entonces (2005) decidió liquidar el sistema solidario, fue el momento más adecuado para que, como siempre se hizo en otros países, se asegurara el financiamiento de las pensiones de quienes ellos estaban dejando sin ningún apoyo en la próxima generación. Esto significaba que el Estado estaba obligado a crear un fondo para financiar las pensiones de las últimas personas que quedaban en el sistema solidario. En la realidad los políticos de gobierno y oposición estaban más interesados en una “solución” que favoreciera al capital financiero que domina el país, que en solucionar el problema de los cotizantes que seguían cumpliendo su papel solidario, pero a quienes se les vedaba el derecho de recibir la solidaridad. En ese entonces, tal como ocurre hoy día, los encargados de la cosa pública no dudaron en privilegiar los intereses del dios dinero sobre los intereses de la población.

En las declaraciones del ministro de Economía y Finanzas se puede percibir un nuevo intento de acumulación por desposesión, es decir de reducir los derechos de los trabajadores y trasladarles los costos de los problemas generados por las decisiones políticas de los gobernantes corruptos. No es casual que en el foro de APEDE sobre finanzas pública, realizado en el marco de la reciente campaña política, un alto representante del partido actualmente gobernante llegó a señalar que, desde el punto de los sistema de pensiones, cualquier contenido de solidaridad intergeneracional era carente de ética.

Es claro que el actual gobierno, expresión genuina de los intereses del dios dinero, pretende imponer una nueva reforma al sistema de pensiones la cual eleve la edad de jubilación, a la vez que, por diversas vías llamadas paramétricas, reduce el monto de las pensiones. Se trata de una salida que afectará gravemente el bienestar de la población. Sin embargo, existen salidas alternativas.

Una de ellas, sin duda la mejor, es regresar al sistema solidario mejorado. Alternativamente está la posibilidad de que el gobierno reconozca que las cosas se hicieron mal en el 2005, comprometiéndose a crear el fondo para estabilizar el sistema. Se trata de salidas que deberán implementarse con racionalidad social de los fondos públicos, para lo cual se deberá eliminar la corrupción y asegurarnos la presencia de una verdadera equidad fiscal: que los ricos paguen los suficientes impuestos y que se elimine la evasión. Para lograr esto en la práctica solo nos queda recordar la conocida consigna: ¡solo el pueblo salva al pueblo¡

Por: Juan Jóvane.

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