Las cartas estan hechadas

La oposición aceleró el paso. Desesperada apela a sus reservas (si es que les quedan algunas) para intentar derrocar al gobierno legítimo de la Venezuela Bolivariana que ha resistido sus embates con un valor extraordinario desde que en 1998 decidió ser libre.

Derrotada por la fuerza de sus propias contradicciones, por su cada vez más desprestigiada imagen, por la firmeza del pueblo que ha aguantado estoicamente sus arteros ataques y por la firme decisión de nuestro Presidente Obrero Nicolás Maduro de enfrentar con coraje sus pretensiones fascistas, ha adelantado su plan golpista activando todos los mecanismos a su alcance para lograr su cometido.

El esquema es el mismo. Poco original y en definitiva desesperado, toda vez que uno a uno se le han caído todas sus operaciones e intentos por subvertir el orden.

Desde septiembre están anunciando la inminente caída del reeeeeeégimen como lo hicieron con el Comandante Supremo desde diciembre de 1998.

Han anunciado una y otra vez grandes movilizaciones que han derivado en pequeños focos de alteración del orden público que lo más que han logrado es poner en tensión al pueblo y que nuestras fuerzas se pongan en marcha para defender la Revolución y nuestro legítimo gobierno.

Por primera vez en mucho tiempo estamos a la ofensiva. Ha concluido la etapa de la resistencia que hasta julio dominó el escenario político.

Lo ocurrido ayer en la asamblea nacional es el aviso que la oposición perdió la iniciativa política y actuó con desesperación en vista de sus ya muy larga lista de fracasos y derrotas acumuladas en los últimos 3 años.

Amargados, desencajados, con un rictus que va desde el odio hasta el miedo decidieron abandonar toda mesura y racionalidad  poniendose al margen de la Constitución y las leyes para provocar ese estallido a nunca llega. O en su defecto que sus amos imperiales le hagan su trabajo sucio y de una vez por todas invadan nuestro país para acabar con las esperanzas de nuestro pueblo.

Sin respaldo militar, mucho más importante, sin respaldo popular, sin siquiera el apoyo de sus propios seguidores que ven hasta con hastío sus histérico y grotescos llamados a desconocer el estado y las instituciones. Delirantes, como Hitler en el búnker cuando Berlín caía ante el avance del Mariscal Zhukov y el Ejército Rojo, amenazan con incendiar el país, aunque sospecho que se le agotaron las velas y los pendejos que mueran por ellos.

Esta semana será crucial para la salud de la República. Desde hoy los focos proliferan sin fuerzas pero intentando hacer el mayor daño posible.

Su objetivo? Justificar su fracaso ante sus amos por lo que huyen hacia adelante enfrentando desde la asamblea nacional al resto del Estado. Soberbios proclaman el fin del chavismo cuando en la realidad real es su tiempo se agotó e inexorablemente cae para ellos el telón de este melodrama tragicómico llamado MU$.

Somos el pueblo de las dificultades y es en momentos como estos en el que nos crecemos hasta ser épicos.

En Venezuela está la trinchera de nuestro continente aquí se juega el futuro de NUESTRA AMÉRICA y el legado.

Estoy convencido que esta nueva amenaza será conjurada.

No pudieron con Chávez no podrán con nosotros.

Como han dicho Nicolás, Aristóbulo y Diosdado en distintos escenarios el tiempo para vacilaciones se acabó que después no se arrepientan y asuman su responsabilidad ante el pueblo y ante la historia. Rondón no ha peleado pero está calentando para librar el más formidable de los combates por nuestros hijos, por la Patria y por la vida.

Vamos con todo pues esta vez no habrá tregua, o ellos o nosotros. A LA CAAAAAAAAAAARGA CARAJO! QUE NO HAY PUEBLO VENCIDO!

Por: Jacobo Torres de León.

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