Cada año, la Conferencia Anual del Trabajo de la OIT, analiza los 25 casos más graves de incumplimiento de las normas internacionales del trabajo, y propone medidas para mejorar la situación. Este año fueron incluidos Honduras; Guatemala; República Dominicana; Arabia Saudita; Bangladesh; Bielorusia; Camboya; Canadá; Chad; Egipto; Fiji; Grecia, Irán; Kenia, Korea del Sur; Malasia; Mauritania; Pakistan; Paraguay; Senegal; Suazilandia; Turquia; Uzbequistán; Zimbawe y España.
La lista es el producto de consensos entre la representación de los empleadores y de los trabajadores a nivel mundial, presentes en la Conferencia, que inicia con lo que se denomina una lista “larga” y termina con los 25 casos más graves. Para el sindicalismo, la prioridad son los casos de asesinatos de sindicalistas, así como el incumplimiento grave de los Convenios Fundamentales de OIT, que tiene que ver con la libertad de asociación (libertad sindical); trabajo forzoso; trabajo infantil y discriminación en el empleo.
En 2012 no hubo lista porque la organización internacional de empleadores saboteó esa posibilidad al impedir el tradicional consenso, arguyendo que el derecho de huelga (que forma parte de la libertad sindical, y que es un derecho reconocido hasta por las propias encíclicas papales como Laboren Excersens de Juan Pablo Segundo) no forma parte del Convenio 87 de OIT sobre Libertad Sindical y que por lo tanto no se debía discutir ningún caso que incluyese el tema de la huelga, lo cual fue rechazado y repudiado por todos los trabajadores del mundo.
En 2011, Panamá formó parte de esta lista de incumplidores y el gobierno nacional, así como algunos defensores gratuitos del mismo, arguyeron públicamente que no existía ninguna lista negra de los peores casos de incumplidores de las normas del trabajo pero en 2013, al no formar parte de la lista, el Ministerio de Trabajo se esforzó en publicitar esa realidad, demostrando su preocupación, al igual que la mayoría de los países, por no aparecer en la misma, que es real y deshonrosa.
La razón por la que Panamá fue incluida en la lista en 2011, fue el asesinato de sindicalistas en Changuinola en 2010; la expedición de la Ley Chorizo (Ley 30 de 2010); el rechazo de personerías jurídicas a nuevos sindicatos y la destitución de sindicalistas del sector público como medida de represalias, además de mantener vigentes normas contrarias a los convenios internacionales de libertad sindical. Nada de eso ha sido superado o mejorado, salvo la derogatoria de la Ley 30/10. Por el contrario, las actuaciones del gobierno nacional siguen siendo las mismas que originaron esa inclusión, salvo que ya no se asesinan dirigentes. Sólo ha cambiado el discurso, por lo que es probable que a pesar de los grandilocuentes discursos, nuestro país aparezca en la lista de los peores incumplidores de las normas internacionales del trabajo, para vergüenza de todos los panameños.
Por: Carlos Ayala
Te podemos ayudar con: Marketing Digital, Diseño de Páginas Web, Diseño Corporativo, Posicionamiento SEO y SEM, Email Marketing, Gestión de Redes Sociales, Copywriting, Generación de contenidos www.monagrillo.net
