La gesta patriótica del 9 de enero de 1964. Por Jaime Cheng Peñalba

Los hechos acaecidos el 9, 10 y 11 de enero de 1964 no constituyeron una simple protesta contra el ultraje a nuestra soberanía. Fue un verdadero levantamiento popular contra décadas de presencia colonial militar en nuestro país y también una expresión de dignidad ante la postura entreguista de los gobiernos oligarcas de turno. A la oligarquía nunca le interesó luchar por la devolución del Canal. Esta oligarquía antinacional estaba conforme con los convenios y acuerdos comerciales que tenía con el gobierno de EEUU. También conspiró contra todo movimiento de corte nacionalista y anti-imperialista y los etiquetó de “comunistoides”, “chusma revoltosa” e incluso “ladrones”.
La gesta del 9 de enero causó tal susto a la clase oligarca política que no le quedó más remedio que plegarse a la decisión del gobierno de aquel entonces de romper relaciones diplomáticas con el gobierno de los EEUU. De aquí en adelante el gobierno imperial y la élite local unieron sus esfuerzos para desmeritar la gesta del 9 de enero de 1964 y tejieron toda una serie de mentiras para enlodar el nombre de nuestros mártires héroes por medio de la conocida “teoría del rumor” que consiste en utilizar a medios no formales para que desplieguen desinformación. El mismo método fue usado contra Victoriano Lorenzo y otros héroes populares para tratar de disminuir su imagen inspiradora en los sectores de la juventud sobretodo.
Las tres décadas posteriores al 9 de enero de 1964, fueron de mucha convulsión a nivel local e internacional. La juventud que protagonizó muchos de estos eventos era de una calidad revolucionaria y humana sin límites. Era una juventud rebelde con causa y propuesta. Era una juventud inquieta con sed de cultura, ávida a la buena lectura y a criticar todo de tipo de injusticia imperante. Jóvenes con valores y dispuestos a cualquier movilización en defensa de la Nación.
En ningún sistema donde impera la injusticia social es conveniente formar jóvenes con conciencia social, de tal forma que los sectores dominantes cierran filas en estrategias desmovilizadoras y utilizan todos los recursos disponibles para desorientar y “anestesiar” la rebelión que contiene fundamento. En Panamá hubo intentos por sacar del Curriculum escolar a materias como Historia, Cívica, Relaciones de Panamá con EEUU etc..No se ha podido del todo, pero se les ha minimizado. Muchos docentes sin verdadera conciencia nacional prácticamente ni mencionan estas fechas. Otros las mencionan pero sin pasión, nada parecido a los profesores que tuvimos en los setenta y ochenta que no eran simples formadores académicos sino de juventudes.
Me da pena decir que en parte el sistema ha logrado desmovilizar y “aconductar” a nuestra juventud actual que ha perdido para nuestra desdicha el sentido de historia y rebeldía. En la Universidad de Panamá por ejemplo ya casi que no hay foros o algún tipo de actividad extraacadémica para recordar hechos como el 9 de enero de 1964. Se ha perdido en parte la presencia de jóvenes en actos de recordación de fechas memorables en las que el pueblo ha sido protagonista, pero nos tocará a los que aún estamos con lucidez y conservamos nuestra conciencia nacionalista que no se pierda en el olvido hechos como el que hoy conmemoramos. Que no nos venza la desidia y el desamor.
*“VIVA LA GESTA PATRIOTICA DEL 9 DE ENERO DE 1964”*
JAIME CHENG PEÑALBA
SOCIOLOGO Y DOCENTE PANAMEÑO.
 
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