La Crisis del Sector Eléctrico en Panamá

a2Con el objetivo de abrir el sector a la libre competencia, la privatización desarticuló las instituciones que permitían conocer, planificar, dar seguimiento y controlar el desarrollo del sector eléctrico, dejándole a las fuerzas del mercado la facultad de dirigir este desarrollo. Esto lo decimos sin dejar de reconocer que existía la necesidad, entonces, de buscar soluciones de fondo a los problemas del momento.

La sociedad actualmente no cuenta con las instituciones que le permitan conocer en forma científica y opinar en consecuencia sobre este problema complejo. Los agentes privados por el contrario, algunos con presencia internacional y que participan de diversos sectores de la actividad, comercialización de la energía, generación, distribución, etc. utilizan la ventaja que les da el conocimiento y la disponibilidad de recursos para, según la lógica neoliberal que impera en el sistema desde su diseño, obtener el mejor beneficio. Esto en contradicción con la naturaleza de los servicios públicos que deben brindarse considerando criterios de eficiencia social.

Las instituciones que regulan el sector acusan un disfuncionamiento creciente: el sector eléctrico se compone de la demanda y de la generación. Listamos algunos puntos que caracterizan esta crisis:

? La demanda crece a un ritmo acelerado sin que se tomen las medidas de eficiencia energética, como edificaciones adecuadas a las características de nuestro clima.

? En el sector de generación se incrementó inicialmente la capacidad mediante Motores de Mediana Velocidad a base de Bunker y luego con proyectos hidroeléctricos fundamentalmente de pasada, sin embalses con capacidad de regulación estacional; proyectos que en su mayoría no son el resultado de un estudio realizado por un ente estatal idóneo, que garantice el aprovechamiento óptimo y eficiente del potencial hídrico de la cuenca y que tome en cuenta los otros usos como agua potable, sistemas de riego para la agricultura, recreativos, etc.

? La reserva necesaria de las plantas térmicas llamadas a operar en épocas de estiaje, no encuentran, en el mercado mayorista de electricidad, una remuneración adecuada y parte importante presenta indisponibilidad por falta de mantenimiento. Nos referimos a las plantas térmicas que marcan el costo de generación más caro del sistema (marginal) y que reciben una remuneración que no es rentable, por mantener las plantas en disponibilidad.

? La entrada en operación de proyectos térmicos eficientes para diversificar la oferta se ha venido posponiendo. En el año 2011, por ejemplo, las calderas de las tres unidades de vapor 1, 2 y 3 de Bahía Las Minas (3 x 40 MW) que operaban con Bunker C fueron reemplazadas por calderas que utilizan un combustible de menor precio, que es el carbón; sin embargo estas unidades, turbo-generadoras, que fueron puestas en operación en los años de 1964, 1969 y 1972 y que han sido sometidas a reparaciones y mantenimientos mayores en años posteriores, no fueron reemplazadas por unidades nuevas, más eficientes.

? Con la instalación de los Motores de Media Velocidad se pospuso la puesta en operación de la adecuada capacidad de proyectos térmicos más eficientes (a base de carbón o gas natural), debido a que en el mercado mayorista las plantas más eficientes significan mayores riesgos de inversión y sobre todo disminuyen el precio del mercado “spot”, lo cual no es del interés de los inversionistas. Solo ahora se presenta una licitación para generación a base de gas natural (para operación en el 2017), que públicamente se ha denunciado como amañada. Así, esta necesidad energética estratégica se transforma en un negociado, en contra de los otros agentes del mercado y del desarrollo del país.

? Entre tanto se mantiene a la comunidad con la expectativa de que plantas eólicas y de energía solar resolverán el problema nacional. Nadie está en contra de su uso, pero equipararlas o considerarlas como alternativas a las plantas hidroeléctricas y térmicas dista de ser cierto.

? Los ecologistas, algunos sectores de la izquierda, partidos políticos tradicionales y ahora hasta el gobierno, aduciendo las contingencias del clima, demonizan prácticamente la generación hidráulica como la fuente del problema. Esto negando la opción de desarrollo mediante un recurso estratégico propio, que se ha explotado sin la debida planificación y con un modelo que despoja al habitante de la cuenca, del área de influencia y al ciudadano en general de un bien común, como lo es el recurso del agua, al concesionar el producto de su explotación (energía hidroeléctrica) al inversionista privado. La aplicación de este modelo ha causado el rechazo en las comunidades que con justa razón reclaman el cese de este despojo, transfiriendo al recurso natural de la producción hidráulica lo que en realidad es consecuencia de su forma neoliberal de explotación.

Sucede que ahora el gran demonio que carga con la causa de esta crisis ?por cierto anunciada? es el “cambio climático”, cuando lo que incide en estos momentos es un tema de variabilidad climática, recurrente y previsible, que además se conocía en una alta probabilidad, por la existencia de corrientes calientes en el Pacífico desde el año pasado.

Por otro lado, hay que responsabilizar al Centro Nacional de Despacho (CND), dependencia de ETESA, por la mala administración del agua de los embalses al reducir el período de reserva de 30 días a 15 días de generación eléctrica, sin tomar en cuenta que el CND por sí solo no está autorizado para tomar este tipo de acciones, sin la debida autorización de la ASEP, soslayando además la motivación principal de esta acción que consistió en mantener el precio marginal de la energía lo suficientemente bajo, no elevando el aporte de las plantas térmicas para no cargar con mayores subsidios del Estado en momentos en que se celebrarán este domingo próximo las primarias para la selección del candidato a la presidencia del partido oficialista CD. Y no siendo suficiente lo anterior, el Gobierno Nacional decreta el cierre las escuelas, colegios y universidades hasta el lunes 13 de mayo, como medida de ahorro energético, siendo que el 33 % de las escuelas no tienen acceso a la energía eléctrica. Este tema deja por cierto algunas interrogantes en la escena, toda vez que el cierre de las escuelas coincidió con la marcha

de protesta organizada desde hace varios meses para realizarse el viernes 10 de mayo, un día antes de las primarias del partido oficialista Cambio Demócratico.

La problemática del sector eléctrico es compleja y se presenta en el escenario nacional en medio de otras crisis que golpean a nuestro pueblo: basura, transporte, salud, corrupción, gobernanza, etc. Todo esto en medio de una modalidad mafiosa de gobierno que transforma las crisis en una oportunidad de negocio para sus allegados. No será la primera vez que una crisis del sector eléctrico se transforme en una oportunidad para instalar “plantas de emergencia” con jugosas ganancias para los socios del negocio, tal como la escasez de agua es una oportunidad de negocio para el agua en botellas y para su distribución en tanques cisternas.

Las graves crisis que afectan nuestro país, en las cuales ahora hace irrupción la crisis del sector eléctrico, no son solo problemas técnicos, son problemas que si bien su solución implica aspectos técnicos, requieren de una solución política que signifique el fin de la era que se inició con la invasión yanqui y que desemboca en el Martinelato, para abrir espacio a las fuerzas populares y democráticas en la solución de los mismos. La crisis del sector eléctrico es una muestra a las clases populares, las capas medias, a los empresarios, comerciantes, productores del agro, estudiantes, en fin a los diversos sectores de la sociedad, que este Estado en el despeñadero estructural, con su partidocracia y su gobierno es insostenible y que es urgente su transformación profunda.

Lo que está de fondo es la falta de una planificación real y decisión política, formada mediante un debate democrático, en el cual participen los diversos sectores de la sociedad informados por las instituciones gubernamentales competentes, con un sentido del desarrollo con equidad, que aborde todos los escalones de este problema dentro de una visión de territorialidad y sostenibilidad ambiental, asegurando la más alta eficiencia y eficacia energética. Y la pregunta es: puede hacer esto el Estado presidencialista y autocrático que tenemos?…

Equipo de energía y Ambiente

INES

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  1. Esto se veía venir, hace falta conciencia ciudadana para con el ambiente y decisión de los gobiernos locales, (gobernaciones y alcaldias) para sancionar a quienes contaminan y malgastan los recursos naturales.

    En este sentido la central debería apoyar grupos ambientalistas y hacer tambien docencia entre sus agremiados. Cualquier esfuerzo vale la pena.

  2. Hacia eso es la busqueda de nuestros escritos, despertar la consciencia ciudadana clasista para construir un mejor mundo, sin ello estaremos perdido, el sistema capitalista destruye nuestro planeta y muchos no hacen nada.