Homenaje en el busto del gran patriota Antonio Maceo

Compañero Reynaldo Calviac, Embajador

Compañero Angel Baños, Presidente de la Asociación Martiana de Cubanos Residentes en Panamá

Estimados amigos,

Hoy, en este acto, , rendimos tributo al Mayor General de la Guerra de Independencia de Cuba del yugo español- Antonio de la Caridad Maceo y Grajales, nacido el 14 de junio del 1845, en Majaguabo, Municipio de San Luís, zona rural de Santiago de Cuba, hijo de padre venezolano y madre dominicana, recibiendo de ellos una educación y férrea disciplina la que serían forja de su carácter y se vería reflejada en todos sus actos de la vida y en especial como jefe militar

Hace 115 años, 7 de diciembre de 1896, en los terrenos de la Finca San Pedro, en las cercanías de Punta Brava, un pequeño poblado de La Habana, cayó combatiendo Antonio Maceo y Grajales, quien por sus inmensos méritos en la lucha por la emancipación de su tierra, alcanzó el altísimo grado de Lugar Teniente del Ejercito Libertador.

Tan pronto como se inicia, el 10 de octubre del 1868, la lucha por la independencia de España, Antonio Maceo y varios de sus hermanos se incorpora como soldado al naciente Ejército Libertador. Por su valentía en el combate, sus habilidades estratégicas y su ejemplar disciplina ascendió con rapidez en la escala militar, transitando por los grados inferiores hasta llegar al de Coronel, luego Brigadier General y mas tarde al de Mayor General.- Por su excepcional vigor físico, resistencia a las mas de 25 heridas de balas y arma blanca que recibió, algunas de ellas graves, los hombres a su mando le llamaban “El Titán de Bronce”.

Maceo fue uno de los líderes mas importantes en la primera contienda contra España, conocida como la Guerra de los diez años”, no solo por los combates en que participo, sino también por su posición política y enfrentamiento a las manifestaciones de indisciplina que afloraron en el lado de los mambises, rechazó con energía las divisiones, el regionalismo y todas presencias de actitudes que impedían o dificultaban el avance del proceso libertario, y que al final propiciaron un languidecimiento de la Revolución, aprovechado por el General español Arsenio Martínez Campos, para ofrecer reformas legales y amnistía a quienes depusieran las armas, dando lugar al llamado “Pacto del Zanjón”, el que ponía fin a la guerra después de 10 largos años de lucha. Sin que se obtuvieran ninguno de los propósitos por los que se inició la guerra.

Antonio Maceo, rechazó este Pacto por que en él no se contemplaba ni la abolición de la esclavitud, ni la independencia de Cuba. El 15 de marzo de 1878, sucede el encuentro entre Maceo y Martínez Campos en el lugar conocido como Mangos de Baraguá, campamento del Titán de Bronce, para discutir los términos de la paz, rechazados por la parte cubana dado que solamente prometía la amnistía para los que habían luchado y la manumisión para los negros que habían peleado con el Ejército Libertador.

Este encuentro, considerado como una de las páginas mas gloriosa y digna de la historia de Cuba, fue reconocido como la “Protesta de Baraguá” ,

Luego de 8 días de tregua, el 23 de marzo, se reinician las hostilidades. La falta de medios y suministros hicieron imposible la continuación de la Guerra.

En mayo de 1878, Maceo sale de Cuba en funciones de Agente General del gobierno Provisional revolucionario, constituido posterior a la gesta de la Protesta de Baraguá, desde entonces desarrolla una amplia actividad revolucionaria por el Caribe, Centro, Sur y Norte América, para preparar la nueva contienda y para la liberación de la isla.

Maceo viaja a Haití y después de una corta estadía se traslada a Jamaica, país al que visita varias veces y antes de radicarse en Costa Rica viaja Panamá, en tres ocasiones, septiembre de 1885, enero de 1886 y diciembre de 1886.

Maceo no era considerado un extranjero en Panamá, Los altos dirigentes franceses de las obras del Canal interoceánico, entre ellos Lesseps y Boyer lo conocían y trataban. En tierras panameñas se asienta y trabaja en la construcción de viviendas del Canal en Colón, territorio que le era tan familiar como Jamaica. Con el dinero ganado sostiene a su familia y envía aportes a los emigrados.

Desde Costa Rica, donde es contactado por José martí, en dos ocasiones, sale para Cuba y desembarca el 1ro. abril del 1895 para incorporarse a la guerra ya iniciada el 24 de febrero de ese año. Comienza otra etapa por la independencia de Cuba, rápidamente reúne un contingente y asume la dirección de la guerra en Oriente.

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En la Finca La Mejorana se reúne con Martí y Gómez donde se discute la estrategia de la contienda.

Suceden combates con las fuerzas españolas y escribe otra página de gloria cuando partiendo de Baraguá, escenario de la histórica protesta, ante el Jefe Militar español, Arsenio Martínez Campos, sale junto a Máximo Gómez al mando cada uno de su columna para la invasión y llevar la guerra al occidente del país-

Esta hazaña, la llevan a cabo luchando contra fuerzas numéricamente muy superiores, utilizando alternativamente tácticas de guerrillas y combates abiertos, agotaron al ejercito español que no pudo contener a las fuerzas mambisas ni contener la invasión. Maceo llega a Mantua a finales de 1886. Sostiene cruentos combates en tierras pinareñas y vuelve a la Habana con el propósito de llegar a Las Villas o Camagüey para reunirse con Gómez y coordinar el curso de la contienda de liberación-

Sus planes no los puede llevar a cabo, al encontrar la muerte en el combate de de San Pedro, donde cayó junto a su lugarteniente Panchito Gómez Toro.

Antonio Maceo fue una figura clave en el movimiento independentista cubano y su pensamiento antianexionista a los Estados Unidos fue expresado en ocasión de que se le acercaran para reclutarlo para esa causa, respondió “creo joven, que esa sería la única forma en que mi espada estaría al lado de la de los españoles y conociendo las ansias de expansión de los vecinos del norte expresó la conocida frase en una carta dirigida a un amigo: “ El que intente apoderarse de Cuba, recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, si no perece en la lucha”..

Raúl Revilla Parada

Cónsul de la República de Cuba

Panamá

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