No es casual lo que viene ocurriendo en nuestro país, es un plan maquiavélico del gobierno actual, desde cuando empezó dando mazazos, persiguiendo empresarios, a la iglesia, a los ambientalistas, a los sindicalistas y demás sectores populares.
Decíamos en ese momento que los actos vendrían de menor a mayor, de métodos sutiles a violentos, con tal de imponer las políticas neoliberales y de hacer de nuestro país un baratillo.
Ya vivimos la masacre que se dio contra los compañeros de Chiriquí, Bocas del Toro, en Colón, por luchar contra la ley Chorizo y contra la ventas de propiedades y acciones del Estado panameño, todavía tenemos como espada de Damocles la ley contra los tranques que es castigado con dos años de cárcel.
Hoy tenemos a nueve secretarios generales de Centrales obreras con medidas cautelares y no es de extrañar que queden presos, pues ese es el camino a que apuntan los enemigos del movimiento sindical, porque este proceso no es contra personas, es contra el movimiento sindical y popular.
El movimiento sindical es provocado a tomar acciones cuando se le niega la personería jurídica a la constitución de nuevos sindicatos, cuando se demoran intencionalmente para certificar los nuevos afiliados y reconocer las elecciones de Junta directivas y de Representantes Sindicales, perpetuar con los Empresarios y Ministros negociaciones brujas atentando contra las Convenciones Colectivas de Trabajo, beneficiando a sindicatos amarillos.
El asunto de los pinchazos es un hecho, es un mensaje a la dirigencia sindical, de que son espiados y como en la mejor época del G2, hay vigilancia y se infiltran en el movimiento.
La ciudanía ha sido educada a ver con serenidad los asesinatos, se ha formada la idea de que todo es por el narcotráfico, ya que todo el que amaneces con señales de tortura y ametrallado la debía.
Todo ello planificado para cuando comiencen los asesinatos selectivos, la sociedad los vea de esa forma.
Lo ocurrido al compañero GENARO LÓPEZ se encuentra dentro de la lógica expresada, una real intimidación al dirigente, a su familia y para que quede claro lo que se es capaz de hacer si atenta contra el status quo, establecido por la dictadura formada por parte de la burguesía nacional y las transnacionales.
No queda otro camino que alertar a los trabajadores, a los dirigentes, que pisen tierra firme, pues no se trata de un juego, estamos frente a una real amenaza, que incluye la eliminación física, como se practica en Colombia, que pasan de mil los dirigentes asesinados. Estamos frente a un Terrorismo de estado, por tanto no se puede caminar igual, por eso nos solidarizamos con el compañero Genaro López y el movimiento sindical, que hoy esta siendo atacado por la burguesía fascista.
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