El pasado 30 de diciembre del 2013 el presidente dijo al país muy orgullosamente el nuevo salario mínimo para la toda la república y que el mismo estaría por encima de los 600 balboas, creando mucha expectativa en los humildes panameños que veían una esperanza en dicho anuncio del presidente.
Lo que nuestro gobernante no dijo es que dicho salario solo beneficiaría a unos pocos sectores y que la gran mayoría no le tocaría dicho incremento salarial, además dicho incremento ha causado diferentes opiniones en torno a los efectos que puedan desarrollarse, la discusión se ha centrado en el encarecimiento del costo de la vida, debido a que los empleadores traspasan este aumento de salario mínimo al precio del servicio ofertado, sin que implique necesariamente una mejora en la calidad del producto con la excusa de que afecta sus ganancias, argumento que es cuestionable; tal vez ganaran un poco menos pero, no dejan de ganar. Lo que sucede es que estos especuladores están acostumbrados a ganar por encima del 100% y quieren mantener ese margen de ganancias sin importar el bienestar del pueblo por ende la necesidad inminente de una política de estado donde se le regulen las ganancias a estos inescrupulosos, tal como hizo el presidente Maduro en Venezuela.
Muy curiosamente cuando se discute el incremento al salario mínimo la jornada de referencia que se toma en cuenta es la de 48 horas semanales y no la de 40 horas semanales que en realidad es la mínima en nuestro país, por ende desde el inicio ya estamos perdiendo en dicha negociación; ya que los trabajadores que tengan jornadas de 45, 44 y 40 horas semanales percibirán salario mínimo del mínimo, los representantes de los trabajadores debemos estar más atentos con estos importantes detalles.
Debemos tener claro que a los trabajadores que se beneficiaron con el salario mínimo, como a la gran mayoría que no nos beneficiamos igual, se nos incrementa el precio de los alimentos como también de las otras necesidades para subsistir como salud, educación, vivienda, transporte, etc.
Por ende la CNTP manifiesta la necesidad urgente de un Aumento General de Salario, teniendo claro que dicho objetivo podremos lograrlo trabajando en unidad y dejándole claro al presidente Martinelli que tiene una deuda con los trabajadores de este país y es su obligación saldarla antes que culmine su mandato.
UNIDOS SOMOS FUERTES COMPAÑEROS……
