EDITORIAL N°36

“El deber de un sindicalista revolucionario”

Hoy por hoy la población se encuentra en un atolladero, en una situación que impide la tranquilidad, el buen trabajar en un una vida digna junto a su familia, esto se refleja por fragante inseguridad pública a pesar de los altos aumentos de salarios a comisionados y todo su engranaje burocrático, compra de equipo con tecnología que debe permitir la prevención del delito; los hoyos en salud que se repite gobierno tras gobiernos; incertidumbre en materia educativa a pesar de las veintitrés mesas de diálogo que se han instalado; se ha perdido toda credibilidad en el sistema de justicia, como los ladrones de cuello blanco y chocolate se burlan de todos los ciudadanos; robe, regreso algo y salgo libremente caminando por las calles de mi Panamá.

Panamá, se encuentra en una gran encrucijada, o seguimos en el pantano de corruptela en la que nos han metido los partidos políticos-empresarios, porque son ellos, los únicos que han gobernado a la fecha o el pueblo despierta con sus legítimas organizaciones y le da un giro de timón a la actual situación para enrumbar el presente y futuro de la nación panameña que se encuentra enferma producto de todas las crisis que se vive.

La historia podrá repetirse cuando la surgió espontáneamente la marcha del hambre en 1959 de Colón a Panamá, producto de las acumulaciones, la llama del 9 de enero encabezados por loables y patriotas dirigentes estudiantiles, la hora y en este siglo le toca a la clase obrera o de Trabajadores encabezar y encender la llama de la dignidad, de la vergüenza política y social que asuma ese liderazgo y vanguardia. Las condiciones objetivas están allí sólo esperando el mechero.

Sin embargo, esa clase obrera o de trabajadores tiene que ser independiente, romper con cualquier vínculo partidista de corte oligárquico y con corporaciones empresariales, y por otro lado jugar su rol político basado en la ciencia de la revolución social, elevar el acerco político e ideológico es tarea urgente para la transformación social y salvar a la patria de la podredumbre de los políticos que solo piensan en las próximas elecciones para seguir engañando al pueblo y  por eso que a este pueblo  quieren mantenerlo sumergido en la ignorancia, de allí el papel de los distintos aparatos ideológicos del Estado.

La Central Nacional de Trabajadores de Panamá, consciente de su rol histórico y el compromiso con los trabajadores, continuará con sus objetivos de formar con profundidad a nuestra clase obrera o de trabajadores con criterio revolucionario, dignidad y patriotismo que garanticen los sustanciales cambios que podamos dar para avanzar aún en el marco del capitalismo.

Este es el deber de un trabajador sindicalista verdaderamente revolucionario por Panamá.

¡Venceremos!

21 de septiembre de 2019

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