El país conmemora 114 años de vida republicana este 3 de noviembre de 2017, fecha histórica y de muchos acontecimientos de aquella época. Ya para 1821 Panamá había manifestado su espíritu de autodeterminación con la independencia de la colonia española.
Al unirse voluntariamente a la Gran Colombia, lo hizo para formar parte de esa gran nación que había creado el Libertador Simón Bolívar, pero las conspiraciones y traiciones fomentada por los Estados Unidos, hicieron fracasar el gran sueño de la Unión. Panamá provincia rebelde como lo catalogaba el gobierno central de Colombia porque los panameños sufrían pobreza, miseria y abandono, así como falsas promesas para atender las necesidades de la población.
En vista de esta situación los hechos históricos que marcaron y aceleraron la separación fue la negativa del Senado colombiano en rechazar el Tratado Herran-Hay, en la que los Estados Unidos se coloca al lado de Panamá para garantizar la separación, ya que los norteamericanos tenían sumo interés en la construcción de la ruta del canal.
Nace la República que con el esfuerzo y trabajo de todos los panameños, nos abrimos paso, logramos institucionalizar el Estado e internacionalmente proyectamos nuestra personalidad como país, a pesar de que quedamos en ese momento bajo un protectorado.
La Central Nacional de Trabajadores de Panamá, se congratula por la fecha histórica, sin embargo, es propicio meditar y reflexionar de que no solamente nos quedemos en la celebración, sino que debemos ver cómo se encuentra nuestro país en la actualidad, que en proporciones guardadas es similar en el abandono como estamos al de aquella época, el gobierno central mantiene al país y a las comarcas en abandono total, existe un gobierno para las élites oligárquicas empresariales y no para servir a las necesidades del país.
El pueblo está sumergido en la pobreza y en la miseria, crece la corrupción como la impunidad, crecen los ricos porque la oligarquía enquistadas en las élites empresariales, en los políticos corruptos como en los bufettes de abogados, se alzan con las riquezas, de los activos y los recursos que le pertenecen al pueblo panameño.
En consecuencia, estamos obligados a impulsar un nuevo momento histórico y barrer con el actual, donde la podredumbre emerge por doquier y en el momento en que el pueblo llegue al poder político convocar a una Asamblea Constituyente Originaria y cambiar hacia un país que todos nos merecemos sin corrupción y con certeza del castigo para quien llegue a delinquir.
Panamá, 3 de noviembre de 2017
