Son diversos los problemas que enfrenta el pueblo y en especial los trabajadores donde las autoridades nacionales y municipales no le están dando la cara para su respuestas y soluciones. Ya el pueblo está cansado de muchas promesas que los políticos empresarios que detentan el poder gubernamental les hacen.
Protestas sociales se ven por doquier y por problemas que realmente afectan a la población, desde un pequeño camino para poder transitar o sacar sus productos, hasta falta de agua potable, transporte, basura, falta de medicamentos, educación, costos de alimentos elevados, medicinas con costo elevado, aplazamiento y distracciones para hacer efectivo el pago de los décimos terceros meses (1972-1983).
Problemas de la justicia donde los que han delinquidos con ese mismo dinero hurtado sufragan los costes de las millonarias fianzas, es una burla para los ciudadanos decentes y honesto de este país, donde se percibe la impunidad galopante de los empresarios metidos a políticos
Una dirección política gubernamental que pareciera que no tiene rumbo, nos han endeudado en más cinco mil millones de balboas, lo cual se posesiona en 22,993 millones de dólares la deuda del país, no hay planificación en si para desarrollar proyectos, se ve una clara improvisación, no existe consulta ni participación ciudadana, pero si una clara ganas de gastar el dinero del pueblo panameño.
Una política exterior no muy bien definida en la que no han sabido hacer valer como Estado independiente y soberano, con el caso del problema del Grupo Editorial Estrella de Panamá y El Siglo, donde manifestamos estar solidarios con los trabajadores.
La Asamblea de Diputados se ha convertido en un botín político financiero donde se ha perdido la noción de legislar con visión de Estado, agregado a ello la pérdida de liderazgo y de credibilidad de los partidos políticos tradicionales.
Toda esta situación no lleva a buscar alternativas que nos proyecten como un poder fuera de lo tradicional y de la corrupción galopante que rodean las instituciones públicas democráticas, para ello, es necesario buscar diversa formas de alianzas y de unidad lo más amplia posible, dentro del marco de la diversidad, que nos permita salvar la patria, solo el pueblo salvará al propio pueblo, organicémonos para actuar con fuerza y en conjunto, sin sectarismo ni vanguardismo.
Para la Central Nacional de Trabajadores de Panamá, seguiremos en la búsqueda de encuentros y reencuentros con fuerzas sociales y populares, a fin de proponer una opción valedera para recuperar el país del letargo y del estancamiento en que lo están dejando los políticos empresariales.
Panamá, 21 de julio de 2017.
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