Editorial N° 1

La gesta heroica del 9 de enero de 1964 llega a los 53años, cuando un grupo de estudiantes del Instituto Nacional marcharon a la antigua Zona del Canal para reclamar la izada de la bandera panameña.
Muchos de esto jóvenes estudiantes, mártires de la patria ofrendaron su valiosa vida en busca de la anhelada soberanía nacional, misma que hoy tambalea por la injerencia de los Estados Unidos en los asuntos internos del país donde no existe
gobierno con la suficiente dignidad y coraza para frenarlo y denunciarlo en los espacios internacionales.

La Zona del Canal convertida en una colonia de dominio militar por parte de los norteamericanos, era la franja de tierra alrededor del Canal de Panamá, que fue cedida a Estados Unidos a través del Tratado Hay-Bunau Varilla. El hecho registrado aquel 9 de enero se convirtió en un detonante para exigir la abolición de aquel nefasto Tratado, cuyo accionar fomentó la conciencia cívica y patriótica de muchos panameños hasta llegar a los niveles revolucionarios, situación que no se proyectó, por la falta del sujeto revolucionario, y todo lo logrado fue destruido con la invasión militar el 20 de diciembre de 1989,
remontando a la vieja y nueva oligarquía e imponiendo un modelo económico totalmente neoliberal a la fecha. Los patriotas y los demócratas revolucionarios, aún seguimos con nuestro puño de soberanía e independencia en alto, y jamás arrearemos esa bandera en memoria a los mártires que han caído por esa bandera. El 9 de enero es un día de meditación, porque aquí tenemos que venir todos los años a recordar a los muertos de la patria, a los muertos de la lucha por la descolonización y la soberanía de nuestro territorio.

Sin embargo, para nosotros, comprometidos con la soberanía e independencia de nuestro país, tiene que ser como un examen de conciencia y de la conducta de cada uno de nosotros. Tenemos que evaluar históricamente lo que se ha hecho; porque la antorcha de la lucha, consecuente y moral, de pureza, que encendió la gesta del 9 de enero que estamos en la obligación de mantenerla viva, limpia y encendida, puesto que no podemos permitir que se apague jamás, ésa llama de las virtudes morales de nuestros mártires, y héroes de nuestro pueblo.

La Central Nacional de Trabajadores de Panamá, tiene el compromiso ineludible de avivar y atizar esa llama moral de la memoria de los mártires, de hablar claro y de reprochar cualquier desviación patriótica revolucionaria, de combatir
cualquier adormecimiento del espíritu revolucionario y patriótico, no solo en el pueblo, sino de todos los hombres mujeres sindicalistas que están al frente dirigiendo la CNTP.

En este aniversario 53 de nuestros mártires del 9 de enero de 1964, que representan el símbolo de toda la generación que se sacrificaron para tener un país soberano, digno y noble, que no se diga en el día de mañana que nuestro pueblo y los revolucionarios patriotas se han olvidado de sus mártires.

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  1. Desde ya hay que comenzar a trabajar…no debe haber seminario donde no se dicte una conferencia sobre nuestra historia patria. Comencemos reforcemos nosotros..el gobierno ni el distema nos hara ese trabajo.

    • Tu comentario es cierto Jorge ya que hacer Patria le toca sólo a los que la aman de verdad y no a los que sirven al neoliberalismo ni a servidores del Imperio que no tienen dignidad. Gracias por tu comentario