Discurso del secretario general en el 46 Aniversario de la CNTP

Los trabajadores sindicalistas y revolucionarios nos encontramos reunidos hoy para conmemorar el  aniversario 46 de la gloriosa Central Nacional de Trabajadores de Panamá, una Central clasista,  patriótica y revolucionaria.

Hitos y jalones históricos definen su trayectoria de compromiso por el cambio profundo de la estructura de nuestra sociedad y del ordenamiento jurídico institucional que amalgama el poder político.

Ese cambio profundo está íntimamente ligado a nuestra mística de trabajo en equipo y al estudio concienzudo de las leyes que rigen la sociedad, la naturaleza y al hombre, las leyes de la dialéctica y con nuestra pertinente teoría revolucionaria marxista-leninista, seremos muy cuidadosos en no apartarnos de nuestra ideología revolucionaria.

Mucho ha sido el aporte que ha dado nuestra Central al desarrollo de este país en su economía, en las luchas sociales y en la cultural, en esa dirección  decenas de cientos de cuadros sindicalistas panameños se prepararon profesionalmente y académicamente bajo la solidaridad internacional de los trabajadores de países de la orbe del campo socialista y se encuentran  hoy en diversas trincheras que  de seguro están contribuyendo al  desarrollo económico del país.

Nuestra Central, cree firmemente en el desarrollo técnico científico de las fuerzas productivas del país,  lo cual  su clase trabajadora debe  elevar sus capacidades para colocarse a  la vanguardia del desarrollo y progreso social.

Repudiamos enérgicamente las acciones políticas del conservadurismo de derecha y del imperio norteamericano que se resisten a  convivir con gobiernos y procesos progresistas en América Latina y el Caribe distintos a sus proclamas neoliberales y neocoloniales.

Nuestra Central denuncia el comportamiento de los dueños de las grandes corporaciones de medios de comunicación que se han lanzado a la aventura loca de activar los conflictos sociales con consecuencias impredecibles.

Ya en  la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), de 2014, el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros   reiteró el compromiso de una zona de paz en la región en nombre de los pueblos.

A la vez, indicó que las naciones de América Latina y el Caribe están conscientes de que la estabilidad de la región contribuye a la estabilidad mundial, y que la paz es un anhelo de los pueblos y su conservación es un elemento circunstancial para los pueblos.

El compromiso de los pueblos de América Latina y el Caribe de fomentar las relaciones de amistad y de cooperación entre sí y con otras naciones, independientemente de las diferencias existentes entre sus sistemas políticos, económicos y sociales o sus niveles de desarrollo.

Practicar la tolerancia y convivir en paz como buenos vecinos no es cónsono con aquellos que  andan desestabilizando países con la agravante de dar los golpes de estado suaves  como en Venezuela, Bolivia, Ecuador, y a otros que aunque no son gobiernos de corte progresistas pero que  mantienen en el conciertos de naciones ciertas distancias a políticas internacionales de violentar las democracias y la estabilidad política, económica y social de los pueblos.

Para ello,  el imperio norteamericano  también le tienen sus dosis a esos países lo cual es, cumplir   con el objetivo de darle el  quiebre y doblegar su voluntad  nacional.

Nuestra Central,  rechaza el brutal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba es el más prolongado y cruel que haya conocido la historia de la humanidad.

Para sucesivas administraciones estadounidenses, tal engendro ha formado parte esencial de su política de hostilidad y agresiones contra el irreductible pueblo cubano.

Los daños causados han sido incontables en todos los ámbitos de la vida más la capacidad de lucha del pueblo de Cuba ha constituido un bastión inexpugnable contra las malignas intenciones de la inhumana ley imperial.

Nuestra inquebrantable solidaridad con el hermano pueblo y sus trabajadores de Brasil con la ex presidenta Dilma Rousseff, el PT y ex presidente Lula da Silva, lo sucedido en Brasil no es más que un asalto al poder político, promovido  por parlamentarios cuya dos terceras partes de ellos recaen gravísima acusaciones de corrupción; un poder judicial sospechoso por su connivencia con la depravación generalizada del sistema político.

Un tercer protagonista de este pillaje político a la soberanía popular son lo principales medios de comunicación quienes han desarrollado una vocación reaccionaria  golpista a gobiernos progresistas que han ponderado por  atender y solucionar los falencias sociales de la población.

La ex presidenta Dilma Rousseff  contó con un aval de 54 millones de votos del pueblo, sin embargo, fue destituida de manera provisional por 180 días, acción ésta que ejecutaron estos mismos sectores conservadores y corruptos bajo el paragua del Departamento de Estado de los EE.UU.

Son muchos los problemas que agobian a la población panameña y en especial a los trabajdores, es importante concentrar recursos en mega proyectos, sin embargo, no debemos descuidar  los problemas sensitivos que afectan el día a día de la gente, estos problemas impactan negativamente y  directamente a los ciudadanos.

Problemas como la falta de agua potable 900,000 panameños no cuentan con el vital líquido las 24 horas, y nos opondremos cualquier salida que signifique privatizar el recurso agua.

El 64% de los empleos que se generaron  en el 2015 fueron trabajos informales, estos trabajadores quedan excluidos de la protección social perdiendo cualquier oportunidad que le brinde el marcado, no son trabajo ni digno ni decente.

La clase trabajadora continuará luchando por salvaguardar los intereses públicos que representa la Caja de Seguro Social, estaremos muy vigilante del uso de los fondos y de los abusos con la tercerización y con relación al programa de invalidez, vejez y muerte (IVM) consideramos que su solución está enfocada en recuperar  y mantener la solidaridad intergeneracional y revertir el programa mixto de cuentas individuales.

La  falta de insumos y medicamentos ensombrecen la salud  de los panameños todos los días, el sistema público de salud tenemos que recuperarlos y enfocar su atención en la salud preventiva.

La falta de camino de penetración para  sacar los  productos al mercado es el dolor de cabeza de los productores y apoyaremos las políticas que dignifiquen al sector agropecuario que garanticen  nuestra seguridad alimentaria.

La educación de igual se encuentra en problemas, donde 40,000 estudiantes perdieron el año escolar y 24,000 desertaron del sistema, cada gobierno llega con su libreto e improvisando por la falta de una verdadera política de estado en materia educativa.

Los asalariados vieron caer su participación en el Ingreso Nacional de 44% a 35%, mientras que la ganancia empresarial subió de 40% a 49%, 2000 y el 2014.

Ello significa que durante ese período unos 35,000 millones de Balboas que debieron ingresar a los asalariados fueron a parar a manos de los grupos empresariales y así culpan al Código de Trabajo como un obstáculo para sus negocios.

De acuerdo con los datos oficiales de la Contraloría y el MEF, la renta neta de la inversión extranjera, es decir, las ganancias de las empresas extranjeras, las transnacionales, que de acuerdo a la  Dirección General de Sedes de Empresas Multinacionales se mantienen  a la fecha 110 empresas transnacionales registradas, las cuales han apostado en Panamá y han establecido sus operaciones regionales al amparo del  Régimen Especial que el gobierno le ha facilitado.

Sepan ustedes,  que estas empresas multinacionales  del país transfieren al exterior  cada año entre el 7 y 10% del PIB, es decir,  que en los primeros 14 años del siglo XXI han salido del país unos 40,000 millones de balboas.

Nuestro país, ha mantenido un crecimiento económico de un  6.3%,  que no llega a las comunidades más desfavorecidas por el desarrollo económico, la bonanza económica se refleja con la banca que ha ganado en 2015 un aproximado de 1,500 millones y mantienen un depósito de 116,000 millones de dólares, aportando el 7.5% del PIB.

Está riqueza ha generado 115 millonarios panameños que representan el 0.3% de la población, lo cual amasan una fortuna de 16,000 millones en sus cuentas bancarias, sin embargo, nos siguen endeudando, ya la deuda ha  alcanzado los  20,296 millones, que equivale  a un 38% del PIB deuda esta que el pueblo trabajador tendrá que pagar.

Debemos combatir la mala distribución de la riqueza, el PIB durante el 2000  a 2014  se ha acumulado en 356, 247,100,  mientras que el PIB para el año 2014 se ubicó en  46, 212,600 y con un proyectado para el 2016 de 52,565 millones de balboas.

A dónde  ha ido  parar esta riqueza producida por las manos laboriosas de trabajadores y trabajadoras, lo cual muchos panameños no han salido de la pobreza y de la extrema pobreza mientras que otros viven con muchas limitaciones.

Frente a todo este panorama el movimiento sindical organizado y con perspectiva de incidir en el destino de nuestro país debe abocarse a enfrentar los problemas directamente haciendo las denuncias y desenmascarado a los sectores de la burguesía y de la oligarquía del saqueo que le hacen a nuestras riquezas.

Ellos son los que tienen a este país envuelto en escándalo tras escándalo, los off shore protagonizado por el bufete de abogados panameños Mozzack-Fonseca, la clase trabajadora exige que se mejore  y se fortalezca el cumplimiento de las normas contra el blanqueo de capitales.

Es imprescindible por los tiempos complejos que vive el país,  la articulación del movimiento sindical,  popular y social.

Es importante tomar acciones concreta al respecto, debemos generar  confianza entre nosotros mismo, además,  se hace necesario alentar el debate y el pensamiento crítico entre las organizaciones que creemos estar comprometido con el adecentamiento y la salvación de la nación panameña.

La ruta a seguir frente a los acontecimientos políticos que contrasta  la actual coyuntura política, económica y social del país, es la Constituyente que trazará el camino correcto para abolir  las instituciones corruptas que sustentan esta vieja democracia decadente.

La clase trabajadora reclama un nuevo Estado Nacional, incluyente y participativo que debe reflejarse en  ese  nuevo Pacto Social.

La clase trabajadora panameña reclama espacios de participación, con relación al desarrolla económico nacional, aquí en nuestro país se está decidiendo proyectos donde  los trabajdores no participan en sus decisiones, como lo es Hub agroalimentario en el oriente chiricano, el Hub logístico en torno a la ampliación del canal y el plan maestro estratégico de amador, entre otros proyectos.

Igual, que exigimos participación en la Junta Directiva de la Autoridad del Canal de Panamá,  cuya conquista costó sangre, luto y sudor,  que solo fue posible por la participación popular,  en especial de la clase trabajadora  y con ello pusimos fin a la colonia,  a la presencia militar  y jurídica de los EE.UU en nuestro territorio.

Seguimos transitando por la Unidad Posible  de los trabajadores juntos a los movimientos sociales y populares del país, para que podamos lograr nuestra utopía revolucionaria de ver a Panamá con una prosperidad económica, sostenible, solidario e incluyente, un desarrollo ambiental sustentable y protegido, bajo una educación y cultura sin distingo ni exclusión, para todos los panameños y panameñas haciendo énfasis a los más necesitados.

Una democracia participativa e incluyente, que garantice un Estado Nacional soberano e independiente y neutral, con relaciones diplomáticas y comerciales de cooperación y no de saqueo entre todas las naciones del mundo.

Es por ello que se hace necesario el llamado que hace nuestra Central, a las organizaciones sindicales, a movimientos sociales y populares, a los pueblos originarios, campesinos y productores, para que nos reunamos en una Cumbre Sindical y Social en Panamá y abordemos entre todos los grandes problemas nacionales que afectan a la población panameña y definamos una Hoja de Ruta que nos integre en una Plataforma Común de Luchas Sociales y le brindemos a nuestra sociedad el país que se merece.

Este es el camino para nosotros el Correcto, donde debemos transitar, hacer y escribir nuestra propia historia para las actuales y futuras generaciones.

¡Viva el 46 aniversario de la CNTP!

¡Viva la Unidad posible  de los Trabajdores con el Movimiento Social y Popular!

¡Viva la gloriosa CNTP ¡

Por: Alfredo Graell

Secretario General

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