Declaración del V Congreso Nacional Extraordinario FAT

Los delegados y delegadas en representación de las organizaciones afiliadas a la Federación, que asistimos al quinto congreso extraordinario, realizado en la ciudad de Panamá, los días 19, 20 y 21 de Septiembre de 2014, expresamos a la faz del país nuestras consideraciones, frente a la situación socio-laboral y política por la cual atraviesa la República de Panamá.

Sin lugar a dudas el crecimiento económico que experimentamos es uno de los mejores a nivel mundial, lo cual podría ser motivo de orgullo, si tal auge estuviera al servicio de todo el pueblo panameño y permitiera mejorar las condiciones de vida de toda la sociedad; sin embargo, a pesar del  aumento del PIB, que proyecta uno de los más altos ingresos per capita (IPC) del continente, la población panameña, especialmente la clase obrera, no logra superar una multiplicidad de problemas sociales.

• Sistema de transporte, además de deficiente, en perfecto desorden,  obligando a miles de personas a sufrir diariamente la desorganización del colapsado sistema.
• Aumento desmedido e incontrolado de los precios en los productos de primera necesidad, producto de políticas que favorecen la especulación y el acaparamiento por parte de las grandes cadenas de supermercados.
• La seguridad y soberanía alimentaria ha sido puesta en peligro con medidas adoptadas en favor de un minúsculo grupo importador, desmotivando al pequeño y mediano productor agrícola.
• Servicios de agua potable que necesita la población y que el Estado está obligado a brindar, donde más de 250,000 personas en la ciudad capital y áreas aledañas no reciben el vital líquido, desmejorando la calidad de vida del panameño.
• Frente al tema de la corrupción, observamos con profunda preocupación como de manera impune funcionarios públicos del más alto nivel se han apropiado de los recursos del Estado, en complicidad con aquellos que constitucionalmente están llamados a velar por el buen uso de los dineros del pueblo panameño. De igual forma se observa el deterioro en las instituciones de justicia y el país se presenta al mundo como un nicho de delincuentes internacionales al brindársele protección, burlando la justicia de sus respectivos países de origen.
• La gobernabilidad, nos es un concepto abstracto, implica que quienes ejercen el control gubernamental y administran los recursos públicos desde los tres órganos de gobierno, deben velar por la tranquilidad y bienestar de la sociedad; sin embargo, como se utilizan las posiciones en estos órganos para acumular riquezas, dejando de lado los mejores intereses de la población.
• Los derechos ciudadanos, son vulnerados con la promulgación de leyes que coartan normas constitucionales, tales como la libre circulación; expresión libre y sin ataduras; libre organización sin influencia de ninguna índole, lo cual es inaceptable desde cualquier punto de vista.
• La salud y seguridad social, ha sido degradada al desviarse sus recursos hacia otras áreas, exponiendo a la población a enfermedades; deficiente atención en los centros de salud y hospitales; falta de medicamentos para la atención y cuidado de los pacientes y los enfermos. La salud y sus servicios colaterales, como atención, hospitalización y medicación se han convertido en un negocio que genera enormes ganancias en detrimento de la calidad de vida de todos los panameños.
• El cuidado y preservación de los ecosistemas, ha quedado relegado y supeditado a los grandes negociados, tal el caso de las concesiones para proyectos hidroeléctricos que afectan pueblos originarios. Igual ocurre con los proyectos de minería, donde además de afectar a núcleos poblacionales pone en peligro las fuentes de agua de las principales ciudades del país.

• Este magno congreso ha pasado revista a múltiples necesidades y problemas que confrontan la sociedad panameña y en atención a ello:

EXIGIMOS, a las máximas autoridades corregir el rumbo de la política gubernamental, en materia de administración y priorización en el uso de los dineros públicos, de forma tal que el crecimiento económico que experimenta el país llegue a todos los panameños, permitiendo acabar con las desigualdades sociales; las inequidades y una distribución de la riqueza de manera racional y optima, orientada al mejoramiento integral de las condiciones de vida de los panameños.

REPUDIAMOS, la forma rapaz y mezquina en el actuar de sectores tanto de gobierno como de la llamada oposición, que bajo el sesgado concepto de la “gobernabilidad” reparten puestos públicos, acomodan leyes para su beneficio personal y encubren actitudes delincuenciales, en menoscabo de los derechos de toda la población panameña.

APOYAMOS, la lucha que desarrollan los pueblos originarios por la preservación de nuestros recursos naturales, en oposición a los proyectos hidroeléctricos y de minería; proyectos estos que ponen en peligro nuestros ecosistemas, amenazando el futuro de las nuevas generaciones.

HACEMOS UN LLAMADO, a la sociedad panameña, especialmente a los movimientos sociales, para que de manera unitaria generemos propuestas que permitan enfrentar las políticas neoliberales que impulsan los gobiernos, afectando a toda la población haciendo ricos a los más ricos y llevando a la miseria a los mas pobres.

PRESENTAMOS, ante los medios de comunicación y pueblo en general el presente manifiesto que expresa nuestras preocupaciones sobre la situación socio-política de nuestro país.

Dado en la ciudad de Panamá, a los Veinte días del mes de Septiembre de 2014.

SUSCRIBEN LOS Y LAS DELEGADAS AL CONGRESO EXTRAORDINARIO.