El proyecto de reformas al Código Electoral propuesto por el Tribunal Electoral con la garantía y beneplácito de los partidos políticos y del llamado Foro Ciudadano Pro Reformas Electorales, sin la verdadera participación y representación de los actores sociales organizados, lejos de ser un instrumento para el avance hacia la consolidación de una verdadera democracia, constituye un mecanismo de torniquete para continuar fortaleciendo el sistema electoral antidemocrático y clientelista.
Este sistema electoral plutocrático sostiene a la corrupta partidocracia que ha venido gobernando a este país. Estas propuestas de reformas revelan en algunos de sus aspectos fundamentales una verdadera regresión, desconociendo la presión social que generaron los elementos éticos con la intención de alcanzar una verdadera participación democrática de los sectores populares en los distintos espacios de poder y decisión.
Tal como está en el actual proyecto de reformas electorales, un partido político se inscribe con el 2% del electorado de los últimos comicios en un plazo de cinco años (60 meses), mientras que una candidatura independiente presidencial lo haría por mismo monto del 2% en un tiempo de cinco meses. En promedio de firmas mensuales, un partido político debe asegurar 629 adherentes, mientras que el candidato independiente a la presidencia lo haría con 7,545 adherentes.
Más aún, los candidatos independientes a la presidencia aun cuando hayan alcanzado el número de firmas equivalentes a las necesarias para inscribir un partido político, no necesariamente lograría su postulación, ya que la Ley mantiene que solo lo harán los tres que más firmas posean; se trata de un sistema injusto, sumamente desigual y antidemocrático. El financiamiento público preelectoral irá en 98% para los partidos políticos y solo el 2% a todos los candidatos independientes.
No queda duda del gran daño que este sistema electoral panameño sostenido por la partidocracia y sus aliados le está haciendo a la construcción de la democracia moderna del siglo XXI.
Estas reformas más que aspirar a ser progresiva velando por los derechos políticos de los ciudadanos lo que la hace inaccesible y difícil.
Por lo que, desde nuestra fuerza sindical aglutinada en la Central Nacional de Trabajadores de Panamá (CNTP), tendremos consecuentemente que seguir luchando por un sistema electoral efectivamente participativo y democrático, arraigado en las raíces del mismo pueblo más no en las élites burocráticas clientelistas y corrupta acantonadas en los mal llamado partidos políticos que llegan al poder a servirse de él, representándose ellos mismos y a sus intereses de negocios.
¡Por un sistema electoral efectivamente participativo y democrático!
Consejo Directivo Nacional
Panamá, 6 de marzo de 2016
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