Comunicado del PAP

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class=”highslide” onclick=”return vz.expand(this)” href=”http://cntpaldia.org/wp-content/uploads/2012/01/comunicado-prensa1.jpg”>El Partido Alternativa Popular (PAP) ve con preocupación el discurso del presidente Ricardo Martinelli en la Asamblea de Diputados. Por un lado, Martinelli anuncia una guerra al interior de la clase dominante. Por el otro, pretende manipular a los sectores populares con prebendas y más clientelismo. Sin darse cuenta, empero, crea nuevas oportunidades para la acción política del pueblo panameño.

El mensaje de Martinelli inauguró su campaña de reelección faltando 28 meses para la cita en las urnas de mayo de 2014. En este período tendrá que maniobrar para acomodar la letra y espíritu de la Constitución Política a sus objetivos. Igualmente, tendrá que barrer de su camino – usando los métodos que sean necesarios – los obstáculos que se oponen a sus propósitos.

En su rendición de cuentas, Martinelli fustigó a la fracción de la clase empresarial que se ha pronunciado en contra de sus intenciones de eternizarse en el poder. Ante la inoperancia de los partidos tradicionales de oposición, el terreno de batalla se ha trasladado directamente a la esfera de los intereses económicos, desplazando la intermediación partidista.

La intención del discurso presidencial pareciera que fue lanzar una cortina de humo sobre las acusaciones permanentes de corrupción e ineptitud de los cuales son blancos los ministros de su gabinete

La guerra al interior de la burguesía – y su vanguardia rentista – puede tener consecuencias inesperadas para sus contrincantes e, igualmente, para todos los panameños. El control sobre el crecimiento de la burbuja económica, que ha beneficiado tanto a los sectores de la burguesía en los últimos cinco años, está siendo cuestionado por la fracción comercial que confronta abiertamente al sector bancario, al comercio transitista y a los intereses del transporte marítimo internacional. El presidente Martinelli declaró terminados – en la práctica – los pactos de Bambito y de Coronado de la década de 1990 que pretendían consolidar el “buen gobierno” y la alternabilidad en el poder político de las fracciones dominantes.

El mandatario se presentó como “protector” de los sectores populares, pero en realidad el discurso descubrió la ausencia de políticas dirigidas a resolver los problemas que exigen las organizaciones de los trabajadores del país. Le corresponde al pueblo y a sus organizaciones enfrentar esta coyuntura con políticas adecuadas que estén en condiciones de resistir los renovados ataques de quienes manejan los aparatos del Estado, así como saber aprovechar las oportunidades que se abren. La única alternativa viable que tiene el pueblo panameño es continuar luchando por el poder utilizando los medios a su alcance.

Dirección Colegiada

Partido Alternativa Popular

PAP

Panamá, 3 de enero de 2012.

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