Comisión de Salario Mínimo.

Por: Lic. Erick Graell López
Cuando hablamos del salario mínimo en Panamá, nos refiere a grandes JORNADAS DE LUCHA, ya que los empresarios en todas las épocas han negado retribuir a los trabajadores en su justa dimensión con salario justo, desde luego protegidos por los gobernantes en cada ocasión.
Esta lucha por un salario mínimo dejó muertos, heridos, encarcelados perseguidos, desde el mártir obrero en las bananeras, Rodolfo Aguilar Delgado, pasando luego por la marcha del hambre y tantas otras jornadas que demostraron que los trabajadores organizados lucharon y luchan para que los devengan bajos salarios, tengan un ajuste periódicamente y no solo para los trabajadores organizados, sino para toda la clase obrera.
Con la tenacidad de los trabajadores sindicalizados se logró instituir una Comisión Nacional de Salario Mínimo, a través de una Ley, formada por el sector empresarial, los sectores trabajadores, asesores y técnicos económicos.
Tiene la finalidad de analizar la situación económica del país, los salarios, la productividad, las necesidades de los trabajadores para tener una mejor calidad de vida, para ello cada dos años se reúnen y tienen hasta el mes de diciembre para lograr un acuerdo entre ambas partes, de no haber acuerdo el gobierno decidirá el monto del salario mínimo para los próximos dos años, entrando a regir el uno de enero.
Esta es la situación que tenemos cada dos años, pero dentro de las propias filas de los trabajadores un mínimo sector opina que la lucha debe centrarse en un aumento general de salario y no en el salario mínimo, pero la sensatez a primado y la lucha se mantendrá por lograr un salario mínimo a nivel nacional y no por zonas, pues el hambre es igual en todo el país.
Queremos recalcar que la lucha por un aumento General de Salario continuará hasta lograrlo, ya que existe un gran bolsón de trabajadores que por ganar unos dólares más por arriba del salario mínimo establecido no les toca nada, resultando entonces que el trabajador nuevo rápidamente alcanza y sobrepasa en algunos casos a los que tienen más año de laborar en una empresa.
Hay otro aspecto desastroso, inhumano, de explotación, que los empresarios han interpretado para su conveniencia que el monto del salario mínimo no es solo para los nuevos trabajadores que ingresan, sino que el 80% de los trabajadores se les paga un salario mínimo independientemente de la labor que realicen, ejemplo un aseador, un mensajero, una cajera, ganan igual, pero las responsabilidades son distintas. No toman en cuenta que esto no incentiva la productividad.
El salario mínimo no es una tómbola, debe salir de un análisis objetivo, pero el empresariado panameño aun no sale de la pre historia, todavía piensa que pagando bajos salarios aumenta la productividad.
Los trabajadores no solo debemos alimentarnos, necesitamos tener salud, vivienda, educación, en fin cada día una mejor calidad de vida, por lo que lo más cercano es que cada trabajador que está en salario mínimo tenga un aumento de Trecientos balboas, de forma tal que esto empuje hacia arriba los que están por encima del salario mínimo.
La práctica ha indicado que trabajadores y empresarios no se ponen de acuerdo y el Gobierno tiene que intervenir y toma su decisión, por lo que la decisión final lleva inmerso una posición política, Martinelli lo decidió en su tiempo ahora le tocará al Presídente Juan Carlos Varela tomar una decisión, decisión que tendrá la encrucijada si favorece a los desposeídos, o se va con su clase empresarial, el opus deis, el clero.
Los invito a estar atentos de los acontecimientos y no sentarse a esperar decisiones, hay que estar siempre preparado para la lucha, la lucha ideológica, la lucha mediática, la lucha en el dialogo, sin olvidarse de las tradicionales luchas en la calle de clase obrera, prohibido olvidar.