Cuando un medio de comunicación social, en este caso el diario La Prensa, se doblega frente a un Dictador y se asocia con él para cercenar la libertad para expresarse de algunos panameños, el futuro les tiene reservados dos opciones: o probar su propia medicina o hacer un show mediático para presentarse ante la población como víctimas. Las acciones de la empresa Transcaribe Trading (TCT) en contra de dicho diario son inadmisibles. Me recuerda los constantes ataques de los militares. Pero tengo que ser sincero: no sé si los mismos son el resultado de un pacto entre los dueños del diario con el gobierno para continuar tirándoles piedrecitas en las ventanas del Palacio de las Garzas y así mantener intacta la institucionalidad o si en efecto, fue una acción unilateral del gobierno.
En una dictadura todo es posible. Si se trata de un atentado paramilitar, los periodistas que dirigen los programas de opinión en las televisoras y los que trabajan en los medios impresos, deben dejar los temores en el closet de sus casas y exigirles a los dueños de esas empresas que en sus presentaciones tendrá cabida también el más humilde de los panameños, porque de ahora en adelante no habrá discriminación social ni ideológica.
De mantener esa sumisión, ellos serán los responsables de esta consolidación del fascismo que se está dando en Panamá. Los periodistas tienen que asumir con valor la defensa del derecho de todo panameño de expresarse.
De continuar en esa política de complacencia en la que han sucumbido, la historia será muy severa con ellos. A los dueños de diarios y televisoras les digo: para luchar por la libertad de expresión hay que tener autoridad moral. Empiecen por casa.
por: Mauro Zuñiga A.
Que la información llegue a tus bases. Email Marketing Sindical ¡Consultanos hoy mismo! www.monagrillo.net
Otro ejemplo de dictadura civil, y lo peor es que exponen a los conejillos de indias para que hagan este tipo de cosas