100 años de la Reforma Universitaria de Córdoba

Al calor de esta lucha los estudiantes organizaron el Comité Pro-Reforma Universitaria y la Federación de Estudiantes de Argentina.

Este año se conmemoran 100 años de la Reforma Universitaria de Córdoba, cuyo legado impactó significativamente en los Centros de Estudios Superiores de América Latina y el Mundo. Decía en su momento el escritor colombiano Germán Arciniegas, que: ‘Nada en la historia es repentino’, en esta línea de pensamiento, tenemos, que este suceso tuvo como antecedentes: 1— Las luchas estudiantiles a inicios del siglo XX en la República de Argentina por mejores condiciones académicas, 2— La influencia de las ideas socialistas emanadas por la Revolución rusa de 1917 y 3— El fin de la Primera Guerra Mundial.

En esa época existían entre los estudiantes argentinos distintas inquietudes direccionadas hacia la transformación de la sociedad, debate que se trasladó inicialmente a la Universidad de Córdoba, fundada en 1613, bajo las normas doctrinales del escolasticismo, que se mantenían vigentes en muchos centros de estudios en las primeras décadas del siglo XX, a pesar de la expansión que habían tenido las ideas liberales en las centurias pasadas.

La lucha estudiantil inició en 1917 en la Facultad de Medicina, la cual había suspendido el internado en el Hospital de Clínicas, argumentado razones económicas. A esta demanda legítima se sumaron otras reivindicaciones que exigían reformas académicas y democracia en la toma de decisiones.

Al calor de esta lucha los estudiantes organizaron el Comité Pro-Reforma Universitaria y la Federación de Estudiantes de Argentina, con representantes de distintas universidades del país. Esta unidad los impulsó a decretar paros y huelgas que llamaron la atención del presidente Hipólito Yrigoyen y de las autoridades universitarias. Este movimiento tuvo su máxima expresión el 21 de junio de 1918, con la publicación en la Gaceta Universitaria del Manifiesto Liminar, que se constituyó en la plataforma del movimiento de Córdoba.

Algunos de los logros alcanzados por los estudiantes fueron: la Autonomía Universitaria, que posibilitó elegir a las autoridades y permitió a nivel interno trazar sus programas de estudio sin intervención de los Gobiernos de turno; el cogobierno, que se traduce en la creación de órganos de participación, donde la voz de los distintos estamentos sería tomada en cuenta; libertad de cátedra, con ella los docentes podrían impartir sus enseñanzas sin ataduras ni mordazas, situación que habían llevado años antes a la expulsión de profesores; se proclamó la misión social de la universidad que hoy día se conoce como la función de Extensión.

Este ejemplo que dieron los estudiantes de la Universidad de Córdoba fue retomado en Panamá en la década del cuarenta por los estudiantes de la Federación de Estudiantes de Panamá y el Frente Patriótico de la Juventud, que reclamaban una autonomía real y efectiva para la Universidad de Panamá que, desde su fundación en 1935, había sido objeto de persecución política en contra de docentes y estudiantes que no se alineaban a los dictámenes del poder presidencial.

La materialización de estos fines se reflejó en la Constitución de 1946, que reconoció la autonomía universitaria y dispuso que el Estado dotaría lo indispensable para su instalación, funcionamiento y desarrollo futuro. Se determinó que la universidad tendría personería jurídica y patrimonio propio con derecho a administrarlo, además de poseer la facultad de organizar sus estudios y designar o separar su personal conforme a la Ley.

A 100 años de la Reforma Universitaria de Córdoba, podemos decir, que los estudiantes orientaron con su lucha el camino de la educación superior y postularon principios democráticos y académicos que están vigentes en casi todos los centros de educación pública del mundo que han permitido una mejor preparación profesional de los estudiantes.

El actual siglo XXI plantea nuevos retos para las universidades, sobre el particular, se expresó el doctor Carlos Tünnermann Bernheim, quien fuera rector de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, cuando al hacer un balance de lo acaecido en 1918, manifestó: La necesidad de seguir avanzando de cara a engendrar una nueva ‘idea de universidad’, que contenga los elementos necesarios que den respuesta al gran desafío que presenta el ingreso de América Latina a las sociedades del conocimiento, de la información y el aprendizaje permanente en un contexto globalizado y de apertura a grandes espacios económicos.

ABOGADO — HISTORIADOR.
Jaime Flores Cedeño
opinion@laestrella.com.pa

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